El agua, un asunto de seguridad nacional

Opinión
/ 22 agosto 2021

El viernes, en el último episodio de la película “Agua Saludable para La Laguna”, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró en su conferencia matutina que estaba analizando la posibilidad de que se considere como un “asunto de Estado” y de “seguridad nacional” desarrollar la obra que pretende conducir agua de las presas a la zona conurbada de la Laguna.

“Quiero hablar con el presidente de la Corte para ver si se busca un mecanismo legal, demostrando que no hay ningún daño al medio ambiente (...). El principal de los derechos humanos es el derecho a la vida. A ver si así podemos llevar a cabo la obra”, fueron las palabras del Presidente.

El tema fue consecuencia de una pregunta que incluyó una exposición de una periodista (al parecer del medio Contralínea) que le refirió la cantidad de municipios cuyas aguas subterráneas están contaminadas con arsénico, fluoruro o coliformes fecales en el País.

El Presidente respondió con el ejemplo de La Laguna. Dijo que Lala, la empresa lechera dueña de varias concesiones de agua en la región, “están ayudando” para lograr el proyecto, “quieren que la gente tenga agua saludable”. Que “opositores” se están amparando. Reconoció que hay extracciones hasta de 2 mil metros de profundidad y que antes querían resolver el problema con plantas tratadoras.

-¿No sería conveniente revisar las concesiones, Presidente? –preguntó la periodista.

-Sí. Todo se va a resolver (...). Estoy viendo la posibilidad, analizando la posibilidad que se considere como un asunto de Estado y de seguridad nacional, de derechos humanos.

¿Qué significa que un asunto sea de seguridad nacional?

De acuerdo a la Estrategia Nacional de Seguridad Pública (DOF 16/05/19) y al Plan Nacional de Desarrollo (DOF 17/07/19), el Gobierno de México entiende a la seguridad nacional como una condición indispensable para garantizar la integridad y la soberanía nacionales, libres de amenazas al Estado, en busca de construir una paz duradera y fructífera.

Por su parte, la Ley de Seguridad Nacional en su artículo 3 la define como las acciones destinadas de manera inmediata y directa a mantener la integridad, estabilidad y permanencia del Estado mexicano que conlleven a: 1. Proteger al País frente a riesgos y amenazas. 2. Preservar la soberanía e independencia nacional y la defensa del territorio. 3. Mantener el orden constitucional y la unidad de la federación, así como fortalecer las instituciones democráticas de gobierno. 4. Defender al País frente a otros Estados o sujetos de derecho internacional. 5. Preservar el régimen democrático fundado en el desarrollo social, económico y político.

De acuerdo con la Ley de Seguridad Nacional, las acciones y políticas que tienen como propósito preservar la seguridad nacional se rigen por los principios de legalidad, responsabilidad, confidencialidad, lealtad, transparencia, eficiencia, coordinación y cooperación, respeto a los derechos humanos, así como a sus garantías.

AL TIRO

Desde hace años, instancias internacionales como el Centro Común de Investigación de la Unión Europea han advertido que distintos temas podrían desembocar en una guerra por el agua. Incluso algunos consideran que será la causa de los mayores conflictos geopolíticos del mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene detectados más de 200 conflictos internacionales por temas derivados del agua.

Básicamente hay que entender que un Estado es seguro cuando es capaz de dar protección a su territorio y a sus recursos.

En ese sentido, es necesario atender el problema del agua, sobre todo lo relacionado con la sobreexplotación de los acuíferos, pues de no atenderse, nos enfrentaremos, en el mediano plazo, a una crisis que impacta directamente a los vectores de seguridad social y de seguridad económica que conlleva en sí mismo una crisis generalizada del Estado de derecho (Gómez García, 2012).

Y nos encontramos ante un escenario de escasez, de acaparamientos, de destrucción de acuíferos, luchas territoriales, de saqueos, de tráfico de agua.

¿Entonces el tema del agua debe ser un asunto de seguridad nacional? Sin duda. Pero no por eso quiere decir que el Estado tomará decisiones que vayan en contra de la destrucción del medio ambiente (Cañón de Fernández, por ejemplo). Pues en la mayoría de las regiones el problema no es la falta de agua, sino la mala distribución de los recursos.

En La Laguna, por ejemplo, 85 por ciento del agua disponible no se destina a consumo humano.

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