El Colegio Coahuilense de Investigaciones Históricas

El Colegio Coahuilense de Investigaciones Históricas es una institución del Gobierno de Coahuila adscrita a la Secretaría de Educación. Con más de 44 años de existencia, el Colegio reconoce y agrupa oficialmente a los historiadores de Coahuila. Impulsado y creado en 1977 por don Óscar Flores Tapia y otros connotados intelectuales coahuilenses, además de la investigación histórica tiene a su cargo el resguardo del Credo Juarista. La primera presidencia del Colegio le fue encomendada al profesor don Federico Berrueto Ramón, quien a partir de ese momento figuraría con el cargo vitalicio de “Guardián Supremo del Credo Juarista”. El Colegio fue instalado el 21 de marzo de 1977 y se le asignó para su sede la casa conocida como Recinto de Juárez, en la esquina de las calles Juárez y Bravo, la casa que ocuparon don Benito Juárez y su familia durante su estancia en Saltillo en 1864, en tiempos de la Intervención francesa al País, y en ella el Benemérito ejerció la Presidencia de México durante tres meses. “Aula del civismo mexicano”, llamó a la casa don Federico Berrueto en su contestación al discurso del gobernador Flores Tapia en ocasión de la instalación del Colegio.

En la actualidad y desde hace más de una década ejerce muy dignamente la presidencia del Colegio el profesor Arturo Berrueto González, guardián también del Credo Juarista, quien guarda con toda puntualidad la solemnidad propia de una academia de historiadores. El Colegio se compone de miembros de número y dos o tres honorarios, y ambas categorías son ad vitam. A la partida de alguno o algunos, el mismo cuerpo colegiado propone y elige a los nuevos historiadores y los recibe en solemne ceremonia de ingreso en la que se impone a cada uno la venera que lo acredita miembro.

Los 15 miembros fundadores en orden alfabético fueron: Jesús Alfonso Arreola Pérez, también presidente del Colegio; Florencio Barrera Fuentes; Federico Berrueto Ramón; Wilfredo Bosch Pardo; Carlos Cárdenas Valdés; Pablo M. Cuéllar; J. de Jesús Dávila; Gustavo Espinosa Mireles; Óscar Flores Tapia; Pablo González Miller; Federico González Náñez; Javier Guerra Escandón; Daniel Menchaca, cronista de Monclova, Ismael Ramos González; Sergio Recio Flores y José de la Luz Valdés. Los dos miembros honorarios fundadores fueron el ilustre Alfonso Reyes y don Israel Cavazos Garza, cronista de Nuevo León.

Algunos de los miembros que sucedieron a los fundadores son: quien lo preside desde hace ya muchos años, don Arturo Berrueto González; Humberto Gómez Villarreal, Casiano Campos, Homero del Bosque Villarreal, Melchor Sánchez Jiménez; Arturo Moncada Garza, el cronista de Piedras Negras, don Julio Santoscoy Cobo; el cronista de Saltillo, don Armando Fuentes Aguirre; el cronista de Ramos Arizpe, don Manuel H. Gil Vara; los historiadores Javier Villarreal Lozano, Carlos Manuel Valdés Dávila, Álvaro Canales Santos, el monclovense José María Suárez, Rodolfo Esparza Cárdenas y Alfonso Vázquez Sotelo. Pido disculpas si en el tintero se me queda algún otro ilustre miembro del Colegio. En algún momento hace años, el Colegio recibió por primera vez a una mujer historiadora, María Elena Santoscoy Flores, quien trajo nuevos aires a la institución, y hace nueve años ingresaron Gabriela Román Jáquez y María de Guadalupe Sánchez de la O.

Hoy el Colegio Coahuilense de Investigaciones Históricas recibió seis nuevos miembros de número, Salvador Hernández Vélez, Lucrecia Solano Martino, María Isabel Saldaña Villarreal y esta escribidora, pero lo que es muy encomiable es que abrió su seno para recibir a dos jóvenes historiadores que ya forjan su trayectoria en el camino de la historiografía: Ricardo Medina y Jorge Tirso Lechuga.

Enhorabuena a la institución que, al mismo tiempo que guarda su misión y su memoria, se honra a sí misma reconociendo a los jóvenes que hoy hacen y escriben la historia.