El performance. Un acto transgresor
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En la ciudad está Pancho López, una figura del performance en México y en el extranjero. Vino a la ciudad y está en el estudio de Mercedes Aquí, la creadora que además de la fotografía ha realizado actos performáticos en la ciudad y en el desierto.
Pancho estudió Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, y dentro de su disciplina artística abrevó de maestras como Lorena Wolffer, Mónica Mayer, Ron Athey, Abraham Cruzvillegas, Pilar Villela, Andrea Ferreyra y Susan Lewis, en espacios como el Museo Universitario del Chopo, el Museo Tamayo, el Centro Nacional de las y el Ex Teresa Arte Actual del INBA. Es el fundador de Extra! Festival Internacional de Arte de Performance. En 2018 recibió la beca Jumex.
Al escuchar a Pancho, lo más inquietante del performance cuando es realizado en sitio y no videograbado, es la imposibilidad de contener el planteamiento a realizarse. En este sentido el performance es un arte que escapa al escrutinio del ojo revisor, con las consecuencias que se deriven.
Pancho enlaza los orígenes del performance o sus trazos germinales, al movimiento futurista, luego al dadaísmo y al surrealismo, “sin ser nombrado como tal”, dice. Las clasificaciones que ofrece López, luego de su larga trayectoria y de su desempeño y colaboraciones y talleres impartidos en Chile, Uruguay, China, Venezuela, Alemania, Holanda, y Canadá entre otros países, se divide en tres, las cuales comparto a grosso modo: el performance art que se ejecuta en espacios culturales o espacios abiertos sin recibir remuneración alguna, el performance show que es algo realizado por ejemplo por Cirque Du Solei, y finalmente el performance ritual que puede ser realizado por ejemplo en la naturaleza.
Este arte puede incluir música, fotografía, video, manifestaciones coreográficas o dancísticas en su ejecución. Lo central es la participación del cuerpo del o la artista. En el caso de Pancho López, podemos nombrar uno de sus performances más famosos, llamado Picnic formal, realizado en 1997 y presentado en distintos países, con el que al sentarse en una mesa donde critica a una sociedad que rechaza la obesidad y los malos hábitos alimenticios, y sin embargo, fomenta con la mercadotécnica y los mecanismos de producción, el consumo de comida chatarra.
Los actos performáticos, al decir de Pancho, han sido cada vez más repelidos por las instituciones culturales, debido a la libertad de los planteamientos, la crítica, la transgresión y los actos que incluyen para algunos “faltas a la moral”, al mostrar cuerpos desnudos, entre otras cosas.
El próximo martes Pancho tendrá una charla sobre performance en el Cerdo de Babel a las 6 de la tarde. Allí estarán Mercedes Aquí en diálogo con Pancho López.