El proceso de descubrir como soy yo como mujer; ¿cómo llegar a ser la mujer a quien puedo llamar “yo”?
COMPARTIR
He observado a una mujer joven descubriendo/construyendo su ser mujer. Es un proceso intenso que me recuerda a mi propio proceso y me estimula a volver a hacer contacto con mi ser mujer. Ella está mirándose en canciones, escritos, testimonios, imágenes. Comparte mucho de lo que encuentra. En el proceso se compara con su madre, así como veo que lo hacemos generalmente. Esa comparación a veces nos lleva a rechazar a nuestras madres o a declararnos insuficientes, pero existe otra manera. Me topé con una canción que me lleva a hacer contacto con la probabilidad de que, si nuestras madres fueron sumisas, apagadas, grises, si vivían con sobrecarga, si fueron abusadas o maltratadas, “Wonder women”, o simplemente aburridas, eso no es lo que desean o deseaban para nosotras. Siendo madre, ¿tú deseas que tu hija sea igual que tú? Yo no. Ah, existe allí otro peligro, sin embargo. Si deseo que mi hija sea todo lo que yo no pude ser, pues la carga se vuelve insostenible para ella.
La mayoría de las mujeres, y de los hombres también, han vivido sin ser quienes realmente son. Esa es la queja que más escucho. ¿Será que nuestras madres y nosotras como madres realmente deseamos que nuestras hijas sean quienes realmente son, pero que no sabemos expresarlo? La canción que escuché dice, “Yo soy la hija salvaje de mi madre.” Es una canción de origen vikingo moderno. La cantan muchas voces. He oído dos. Una dulce y son un sonido como esos que llegan del más allá. La otra es gruesa, tosca, determinante. Parte de descubrirme como mujer es lograr saber con cuál voz me identifico, cuál es mi voz. Tal vez no es ninguna de estas, y tendré que trabajar con ello para saber. Y así como lo haré con la voz, lo haré con el color, la textura, la velocidad, el ritmo, la mirada. Pasaré por teorías, propuestas, estilos, filosofías, y escuelas para poder armar a una mujer que puedo llamar “yo”.
Tropezaré y haré cambios todo el camino. Adoptaré cosas de mi madre y rechazaré otras. Ojalá cuando menos que no la rechace a ella, ni a la mujer que voy siendo.
Encuesta Vanguardia
https://vanguardia.com.mx/binrepository/1425x802/65c0/1200d801/none/11604/XUPD/sin-titulo-1920-x-1080-px-6_1-8703336_20240411230202.jpg
$urlImage