El ser humano está repleto de túneles con recovecos. Cuando no logras salir por ti mismo, busca ayuda, por favor

COMPARTIR
En una serie le tocó a un médico darle la noticia a una madre de que su hijo sufría de ansiedad. La madre se puso mal y declaró que su hijo no tenía una enfermedad mental, que no estaba loco. Me da gusto ver que cada vez menos personas reaccionan así ante la ansiedad, la depresión, el TDAH, y el espectro del autismo, entre otras condiciones. Y, sin embargo, vale la pena reiterar que no son enfermedades mentales ni locura, etiquetas por demás anticuadas y mal aplicadas. La atención que nos proporcionamos dentro de cualquier situación psicológica y fisiológica es de muchísima importancia, y creo que cambiar nuestro concepto de “normal” tendría que estar bajo escrutinio.
Cada uno de nosotros padecemos de algo, comenzando por las características de nuestra estructura de carácter. ¿O creen que me es agradable ser fría e iracunda, cualidades que en sí parecen contradecirse? Repito como siempre, no son errores ni defectos a corregir, sino características a aceptar y reacomodar dentro de mi comprensión y mi autoconocimiento.
Si tengo ansiedad, tengo mucho trabajo por hacer. Observar cómo aparece y qué efectos tiene mi ansiedad. Conocer los síntomas y las situaciones que la desencadenan. Trabajar a nivel psicológico para construir recursos para lidiar con los momentos de ansiedad. Y...acudir a psiquiatría para determinar si requiero una ayuda médica para balancear los químicos del cerebro que me ayudará a mantenerme menos afectada por las situaciones estresantes. Se dice fácil y no pretendo decir que así sea. No. Es un trabajo difícil y desagradable, cuyo resultado será muy a mi favor.
Yo, como tú, desearía no tener que lidiar con nada así, pero la vida es la vida y tiene sus asuntos. Si te sientes mal, o alguien cercano a ti se siente mal, no dudes en acudir con quien puede aportar acompañamiento y ayuda. Nadie más tenemos las respuestas que necesitas, pero sí tenemos un poco de experiencia, un mapa, y una linterna. Conocemos un poco más los túneles del ser humano y sus recovecos. Hazte acompañar.