‘No sabíamos si salir o quedarnos’: familia de Saltillo vive con miedo tras inundación y colapso

En menos de cinco minutos, el agua les llegó arriba de las rodillas. Era domingo por la tarde y no pensaron que fuera peligroso. “Empezó a llover y estábamos en la casa, mi esposo y yo. De repente empezó a subir el nivel del agua y dijimos: no, esto ya no es normal”, narró una vecina de la calle Rayón y Presidente Cárdenas, en Saltillo, donde las lluvias provocaron un socavón que sigue generando temor entre los habitantes.

Esa tarde, la lluvia fue tan intensa que colapsó el drenaje, se metió por la cocina, la sala, los cuartos. La corriente arrastraba basura, piedras y hasta animales muertos. “Fue muy rápido. No sabíamos si salir o quedarnos. Pero no podíamos hacer mucho, el agua ya estaba por todos lados”, recordó la mujer, quien prefirió permanecer en anonimato.

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El agua no vino solo de arriba. “El arroyo que cruza por aquí se desbordó. No aguantó y se metió con todo”, contó la vecina. La corriente arrastró todo a su paso y el agua encontró salida por donde pudo. La calle quedó destruida: la carpeta asfáltica se levantó, la banqueta colapsó, y el paso vehicular ahora es imposible. “Parece que tembló, pero no fue un temblor, fue el agua”.

“Perdimos todo”, lamentó. “El refrigerador, el colchón, la estufa... todo quedó inservible. A veces la gente cree que exageramos, pero si vieran cómo quedó la casa, entenderían”.

Después del aguacero, vino el miedo: días más tarde, el suelo colapsó. Justo frente a su casa, la banqueta cedió y se formó un hoyo profundo. Ahí pasaban niños, adultos mayores, vecinos rumbo al trabajo. Ahora, el socavón está cercado con cinta amarilla, pero nadie les ha explicado qué tan riesgoso es o si puede extenderse. “Nos dijeron que venían a revisar, pero no han venido. Queremos que alguien nos diga qué está pasando. ¿Es peligroso? ¿Se va a hundir más?”.

El llamado es claro: que se acuda a evaluar el daño y les den certeza. “No estamos pidiendo dinero, ni ayuda económica. Lo que queremos es que revisen, que nos digan si podemos seguir aquí o si hay riesgo. Porque vivimos con la duda y el miedo”, dijo.

En medio de la incertidumbre, los vecinos se han solidarizado. “Un grupo se comunicó con nosotros, nos hablaron para ver cómo estábamos. Han estado al pendiente. Eso también da algo de tranquilidad”.

Aunque Protección Civil colocó señalamientos y acordonó la zona del socavón, los habitantes del sector siguen esperando una revisión estructural. “Desde la lluvia, el piso se siente flojo, como hueco. Cada que pasa un coche, retumba. Da miedo pensar que pueda volver a pasar”.

Las imágenes del socavón se viralizaron en redes, pero la atención mediática no ha sido suficiente para generar una respuesta concreta. “Uno pensaría que con lo que se vio, vendrían rápido, pero no. Aquí seguimos esperando”.

Para la familia, lo ocurrido fue una advertencia. “A veces uno cree que no va a pasar nada, que el agua se va. Pero ese día aprendimos que todo puede cambiar en un momento”. La mujer reiteró su petición: “Lo único que pedimos es que nos escuchen, que vengan a revisar. No queremos vivir con miedo cada vez que llueva”.