El tema energético del desenergizado PRI
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Para obtener su registro como partido político, todo grupo que lo solicite debe presentar ante la autoridad electoral dos documentos básicos denominados por la ley “Declaración de Principios” y “Programa de Acción”. Asimismo, para cada elección y como requisito para participar en esta y postular candidatos, cada partido debe cumplir previamente la obligación de presentar ante la autoridad su “Plataforma Electoral”.
Es perfectamente justificado el cumplimiento de esas exigencias. Porque es a través de tales tres documentos como los ciudadanos tienen a su alcance el conocimiento del ideario completo de cada partido, las políticas públicas que propone para resolver los problemas de la sociedad y proveer su desarrollo, así como la agenda específica que plantea en cada ocasión que hay elecciones. Es lo menos que los votantes tienen derecho a conocer de los partidos. Y éstos a cumplir.
Viene lo anterior a propósito de la iniciativa de reforma constitucional presentada por el presidente López Obrador en materia de energía eléctrica, y la posición que ante ésta han adoptado los legisladores del PRI, en general titubeante y poco clara, por decir lo menos. Por ello vale la pena explorar qué dicen sobre el punto los documentos básicos –Principios, Programa y Plataforma más reciente– de dicho partido.
La mencionada iniciativa de reforma constitucional presentada por el Ejecutivo implica al menos tres cambios fundamentales, que de aprobarse tendrán a su vez, al menos, otras tantas consecuencias inevitables. Los primeros consisten en limitar la inversión privada en el sector eléctrico, dar preferencia a las fuentes no renovables (combustóleo y diésel) en la generación y despacho de energía eléctrica, así como suprimir el órgano de control del sector.
De aprobarse la reforma, sus consecuencias inevitables serán: utilización preferente de fuentes no renovables, sucias, en la generación de electricidad con grave perjuicio del medio ambiente favorable al cambio climático; costos de producción más altos, los cuales necesariamente habrán de reflejarse en las tarifas aplicables a los usuarios, o bien las diferencias ser cubiertas con subsidios gubernamentales, finalmente a cargo de los contribuyentes.
¿Qué dicen al respecto los documentos fundamentales del PRI? Lo siguiente:
En el punto 8 de su Declaración de Principios se lee: “Somos el partido que se pronuncia por establecer un compromiso urgente, integral y participativo a favor
de la protección del medio ambiente y la mitigación del cambio climático...”.
Y en el punto 25 el PRI dice: “Defendemos... la sustentabilidad del medio ambiente, la protección de los recursos naturales y el desarrollo de fuentes alternas de energía renovable”.
En el apartado III de su Programa de Acción, el PRI empieza por recordar al lector que: “Nuestro sector energético era uno de los más restrictivos del mundo... (que) se prestaba a prácticas competitivas que lastimaban el bolsillo de la ciudadanía”.
Y a continuación el PRI presume: “emprendimos –dice– una profunda reforma energética que nos permitió atraer capital para incrementar la producción, al tiempo que adoptamos medidas para comenzar la sustitución de insumos en la producción de electricidad, la subasta de energías limpias y la emisión de certificados de carbono”.
En congruencia con lo anterior, en la Línea de Acción número 33 de su propio Programa de Acción, el PRI se propone: “Ampliar la disponibilidad de fuentes de energía para el mercado mexicano, preferentemente de fuentes limpias”.
Finalmente, en su Plataforma Electoral presentada a los votantes para los comicios del pasado 6 de junio, se lee: “El PRI es un partido comprometido con el medio ambiente... el uso de energías renovables y sustentables y, por ello –asegura– promoverá una cultura de producción y consumos responsables”. En otro pasaje dice: “Es necesario consolidar la reforma energética para impulsar la inversión en energías sostenibles” (pp. 62-63).
Si a pesar de lo anterior el voto de los legisladores del PRI es a favor de la propuesta de López Obrador, no tendrán forma de justificarlo. Pero quedará plenamente justificada la desaparición de ese partido.
@jagarciavilla