Elegía electoral
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Para nadie será una sorpresa lo efervescente que se tornará el 2023 en esta tierra coahuilense. Los tiempos del arrase quedarán cortos con el panorama que se prospecta, sobre todo considerando las nefastas alianzas impronunciables que serán necesarias para enfrentar, a través de un delfín insípido, a la maquinaria morenista y su capacidad de movilización.
Sin duda la aportación que Mejía Berdeja legó al movimiento de la 4T en Coahuila, no sólo provocó el alarido de los dueños del PRI estatal y del Gobierno del estado (que despachan desde las Lomas), sino el seguidillo y pajo seo del gerente local al observar cómo la cómoda cuna de su capullo se le deshacía de las manos a través de un antiguo aliado político y compañero fraternal de la política.
La contienda iniciada en el primer día del año ofrece varias etapas de precalentamiento, sin embargo, desde hace algunos meses se destapó un amasiato siniestro entre entidades políticas que se repelen, pero cuyos personajes pertenecen al mismo charco lodoso y hediondo, por lo que los nauseabundos olores no los afectan. Los líderes del PRI, PAN y PRD se supone unirán fuerzas para enfrentar al ungido por los morenistas. Válgame, Jesucristo, y sus apóstoles todos.
Resulta que en esta alianza se confirmará al candidato al Gobierno, que ya mencionaron será por parte del PRI, sin embargo, hay una serie de situaciones que podrían salir del control férreo del dictador en el exilio, sobre todo al momento de la selección de candidatos al centro de alabanza o Congreso del estado, ya que varios de sus más nefastos miembros pretenden la reelección, por lo que el aquelarre y la rebatinga causarán la primera grieta de la alianza. Otro elemento será el relacionado con la imagen que PAN y PRD tienen con la sociedad coahuilense, el primero que perdió a sus simpatizantes en 2017 cuando sucedió la danza de los 90 millones y el segundo al ver al descubierto el verdadero significado que tiene para Mary Telma Guajardo el partido, pero como fuente de riqueza personal que la
ha convertido en la dueña de la manzana en la calle Castelar y de un pestilente hotel en su nativo Cuatro Ciénegas, por decir
lo menos.
Por el lado de los morenos, con la designación de Guadiana como representante de la 4T y muy posible candidato, cantaron albricias y bailaron la salsa en el Palacio Rosa y en las heredades del príncipe de Monterreal, un candidato de pechito a quien solamente le falta levantar la mano de Manolito y asunto arreglado. ¡Haya cosa!
Pero como dijo Perfecto Delgado:
“Hay otro mejor”, que aportó al movimiento de la 4T no solamente una dinámica con el fin común de sacar al Moreirato del poder, sino que revivió en la gente, de todos los colores y sabores políticos del estado, la importancia de la participación ciudadana en la exigencia de un buen gobierno y no uno ladrón y endeudado, como el que acontece. Amén de destrabar el hechizo en el que vivió Coahuila en los últimos 17 años.
Mejía acecha y reflexiona, pero también le es demandado por sus simpatizantes continuar con el movimiento echado a andar que no solamente género el nerviosismo del mal gobierno, sino que logró un cambio histórico en instituciones, como las secciones 38 y 35 del SNTE, en tan sólo 3 meses de presencia en Coahuila.
Estadísticamente las elecciones serán de las más competidas en el estado. La encuesta Polls refiere esta semana que las posibilidades de ganar la elección se reparten: 50 por ciento PRI, 43 por ciento Morena, 4 por ciento Movimiento Ciudadano y 1 por ciento UDC. (Cabe señalar que sin candidatos aún). Por aportación a una alianza las encuestadoras dan al PAN del 2 al 15 por ciento, al PRI del 27 al 42 por ciento y al PRD del 1 al 4 por ciento.
El antecedente de la última votación a gobernador nos llevó a 482 mil votos del PRI vs. 452 mil del PAN en 2017 (sólo un 3 por ciento de diferencia), pero en las elecciones de 2021 el PAN sólo tuvo 164 mil votos con una caída del 63 por ciento. En cambio Morena subió de 151 mil votos en 2017 a 406 mil 852 en 2021 (y eso que aún no andaba Mejía Berdeja por estas tierras. ¡Chiguas!).
La madre de las batallas se estará luchando en el interior de Morena
para conocer si la lucha valdrá la pena, y esto dependerá al final de quien resulte ungido en la candidatura. Para el PRI las cosas traen dados cargados en su elección interior.
El clamor ciudadano es poner fin a la dinastía cruel que tomó al estado en 2005 y lo llenó de polvo, plomo, deuda y paja. Me viene a la memoria Gandhi: “Recordad que a lo largo de la historia, siempre ha habido tiranos y asesinos, y por un tiempo, han parecido invencibles. Pero siempre han acabado cayendo. Siempre”.