Estrellas rojas que esparcen polen como bocanadas de humo
La buena noticia es que la mitad de las enanas rojas albergan a su alrededor planetas rocosos, donde el agua puede ser líquida
Aparecer y desaparecer ante la mirada de un infante, solo colocando las manos entre cada acto de aparición, suscita una honda emoción en el niño que accede a este mutuo acuerdo. Las estrellas rojas parecieran decirles a los científicos que las miran, que ellas también pueden ejercer ese acto de aparición y desaparición, exhalando lo que ha sido llamada una bocanada de humo que emiten por razones desconocidas.
Así lo explicó Dante Minniti de la universidad chilena Andrés Bello. Como si fuera un cuento para narrarse en una noche fulgurante, estas estrellas que emiten humo, están situadas en las proximidades del corazón de la Vía Láctea, en una zona densamente poblada y rica en metales a la que se le conoce como Disco Estelar Nuclear.
Este acto de desaparición a causa de la emisión de humo, hace que disminuyan su brillo en un 40 o 100 por ciento. De tal forma que la mirada infrarroja de un potente telescopio, escasamente podía vislumbrarlas o incluso no se veían en absoluto. Así que yacen ocultas luego de su exhalación y transcurridos un par de años, vuelven a su brillo anterior.
Ese humo incluye elementos pesados mucho más densos que el hidrógeno y el helio, lo que crea un tupido polvo en la atmósfera de la estrella. Pero ¿qué es en realidad humo polvoso? Esto entra en el terreno de los misterios.
Sin embargo, lo más sublime es que se piensa que esta actividad en las estrellas enanas rojas podría desempeñar un papel como dispersoras de elementos pesados por toda la galaxia. Entonces ¿sería como polen exhalado por sus imposibles labios hasta generar un caldo nutritivo en el vientre del espacio? ¿Será para que nazcan más estrellas? Y si es así, entonces la teoría de que al enfriarse las estrellas rojas se avanzará al enfriamiento de la galaxia, no ocurriría. Esto imagino yo, locuras seguramente. Y me sigo: si allí hay un vientre depositando polen estelar con elementos densos, ¿qué asteroides, planetas o reacciones nacerían? Es posible que así la energía se renueve y ocurriera algo distinto de la teoría del enfriamiento.
Hay oportunidad de llevar la ciencia ficción a la realidad, en caso de seguir -todo indica que así será- con la espiral de destrucción de la atmósfera terrestre que genere un ambiente hostil a la especie humana. Y es que existen unos sesenta mil millones de planetas alrededor de estrellas enanas rojas que podrían ser habitables. Es un número colosal tan solo en nuestra vía láctea. Además, cerca del 5 % de las enanas rojas (un total de 4 mil millones de enanas), podrían tener planetas a explorar.
Las estrellas enanas rojas poseen tallas que equivalen al 7 % o hasta el 50 % del tamaño de nuestro Sol. Estamos hablando de una energía poderosa que sabe perdurar en el tiempo de formas abismales, algo complejo de digerir para la mente humana, ya que las enanas rojas son anteriores en existencia a la generación de nuestro planeta. Ellas, al mezclar hidrógeno y helio constantemente, generan un combustible que tarda mucho en extinguirse. Además, arden tan despacio que su vida media es de entre uno y diez billones de años. Y como nuestro universo tiene apenas 13,750 millones de años, no hemos visto a ninguna enana roja colapsar o morir.
En este universo, las enanas rojas son mayoría. Viejas y sabias estrellas que nos verán pasar. A nuestro Sol, que es una enana amarilla de tamaño medio, le quedan otros 5 mil millones de años de existencia. Y si en la Tierra hay vida desde hace 4 mil millones de años, transcurrirán otros mil millones antes de que el Sol se caliente tanto que impida nuestra existencia. Claro, si es que no se adelanta otra guerra mundial.
La buena noticia es que la mitad de las enanas rojas albergan a su alrededor planetas rocosos, donde el agua puede ser líquida. Hay varias complejidades a vencer, como que su temperatura es relativamente fría. O si esto no funciona, tal vez, la especie humana pueda habitar las lunas o las supertierras rocosas que también existen. Y lo hacen no en la literatura ni en los sueños, aunque esto lo parezca. Es la alucinada realidad.
El vocablo rojo, proviene del latín russeum que derivó en el antiguo rojo. De allí también proviene el catalán ros que significa rubio, el francés roux y el portugués roxo.
Encuesta Vanguardia
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