Hablemos de Dios 141: Su presencia entre grandes escritores

Opinión
/ 16 septiembre 2023

En esta saga de columnas (van dos o tres) hemos estado abordando a la “Generación del 27” en España. Siglo pasado, claro. Fueron un grupo de escritores, poetas y filólogos, eruditos todos ellos, los cuales renovaron la lírica en castellano y su influencia aún hoy, es decidida y señera. Su poesía se sigue leyendo porque son todos ellos clásicos modernos, para decirlo en algún sentido o arista actual y darle pujanza a lo anterior.

Se aceptan como miembros de dicha generación a Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda, Gerardo Diego, el gran e inmenso Federico García Lorca (fusilado en Granada), Jorge Guillén, Emilio Prados y Pedro Salinas. Tres de ellos vivieron en México y dos aquí murieron, es el caso de Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Incluso éste último, fue director de cine.

TE PUEDE INTERESAR: Block de Notas (12): La depresión, el mal del siglo

Generación de poetas dura, fuerte y curtida en el campo de batalla: literal. Generación de escritores los cuales hicieron de la palabra no su vocación, sino su misma vida y arma ante la vida. Ellos en 1927 y en una célebre lectura, se dieron a conocer como grupo (no todos) y recuerde usted que sólo años después, en 1936, inició la Guerra Civil Española. Para 1939 esta había acabado, dejando su larga cauda de cadáveres regados; sí, pero justo ese año iniciaba en Europa la Segunda Guerra Mundial.

Le repito las preguntas de la ocasión anterior: Ante este escenario de muerte y peste sin fin ¿qué hacer, buscar e increpar a Dios?, ¿buscar y pedirle a Dios ayuda y piedad?, ¿qué hacer, caramba?, ¿usted qué haría señor lector? Algunos de ellos jugaron la divisa de su sexualidad cuando todo, todo ello era muy penado en esos tiempos no viejos, sino recientes. Los cuales hoy parecen tiempos de la antigüedad. Aunque luego volveremos a ellos, veamos rápidamente y en algunos de sus poemas (sólo tengo antologías de ellos, su poesía completa de cada uno de ellos no la tengo por lo pronto y sí, costaría un dineral hacerme de todos sus libros) la presencia que tenía Dios en sus textos e ideas, es decir, para bien y para mal la presencia de Dios.

El gran maestro Dámaso Alonso (1898-1990) fue poeta, filólogo, erudito y estudioso él. Tiene un poema el cual desde su título, anuncia su contenido: “Soledad en Dios”. El poema es largo, imposible trascribirlo todo aquí para su deleite y estudio, pero si nos hacemos la pregunta ¿Qué o quién es Dios?, el poeta responde: “tú la inmensa soledad del hombre”. El poeta en sus textos siempre, siempre cuestiona e increpa a Dios, a ese llamado Dios. Dios el cual jamás responde.

En soledad de Dios: ni amor, ni amigo,

Padre ni madre. Acero soy; él polo.

Clavado en él, sin tiempo ya, sin nombre.

Furia y espanto, en soledad, conmigo,

Mi duro Dios, mi fuerte Dios, mi solo

Dios, tú la inmensa soledad del hombre.

Generación de escritores dura, acerada, comprometida también con su vida, realidad y entorno y sin perder pizca de arte y emotividad poética. De tal tamaño fue su calibre y vigor que de los diez escritores arriba deletreados, miembros de dicha promoción, tres obtuvieron el Premio Cervantes (la antesala del Nobel de Literatura) y uno de ellos, el a veces hermético Vicente Aleixandre, ganó el Premio Nobel de Literatura.

ESQUINA-BAJAN

Para esta columna, para este pálido y sucinto trabajo de acercarnos a estos poetas vía sus palabras, sigo la “Antología Poética grupo del 27”, edición y textos de Pedro Cerrillo. Primera edición de 2012. La antología es muy sucinta, voy de acuerdo, pero nos sirve como guía y nos permite entonces escoger a nuestro poeta o poetas favoritos y así comprar la mayoría de su obra editorial. De conseguirse, claro.

TE PUEDE INTERESAR: México al mando de AMLO, un Estado fallido

Ante el embate de la cruenta Guerra Civil Española, no pocas veces se tuvo que aceptar un solo camino de una disyuntiva posible: la república y la muerte, o el autoritarismo y la vida. A Federico García Lorca lo fusilaron en Granada. Herida la cual aún hoy, no cierra del todo. Y lo mismo pasa con la muerte por envenenamiento (hoy y luego de años de estudios y disputa y análisis, es verdad) en Chile del Nobel Pablo Neruda.

En los siguientes versos no asoma Dios por ningún lado, pero tiene más presencia y peso precisamente por ello, por su ausencia de la vida terrena. Es decir, es el silencio de Dios. Es Jorge Guillén quien escarbe lo siguiente en su texto “Guirnalda civil.”:

Innúmeras ya son las vidas truncas.

Cadáveres sepultos no se sabe

Dónde: no hay cementerios de vencidos.

Gente medio enterrada en sus prisiones.

Algunos huyen, otros se destierran...

Y note usted que este fue el destino de la dicha “Generación del 27” español, muchos de ellos se desterraron, emigraron de España para nunca jamás regresar. Otros regresaron, pero acaso lo mismo ya nunca sería o fue igual. De diez escritores de dicho grupo, tres permanecieron en España: Alexaindre, Diego y Alonso. Lea lo siguiente precisamente de Alonso: “Y paso largas horas preguntándole a Dios,/ preguntándole por/ qué se pudre mi alma...”.

LETRAS MINÚSCULAS

Dios jamás responde...

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM
TEMAS