Invierta en el siguiente desastre

Todas las bolsas de valores ejercitan la acción teatral. Especulan sobre posibles ganancias a futuro. Cada detalle tiene lógica. Certidumbre o lo contrario. Sube o baja. Grandes fortunas desaparecen. Igual llegaron a tocar la mente de los inversionistas.

Incrementar tasas de interés agita el mercado. Devalúa presupuestos futuros. Democracias frágiles conllevan a daño colateral. Impuestos al supuesto libre mercado. Medidas proteccionistas a la improductividad.

Efecto mariposa. Mientras en Japón levanta las alas. En América se desata el maremoto. México tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos. Déficit en la autosuficiencia alimentaria.

Comemos más de lo producido en el campo. Las reservas probadas de combustible fósil en las sondas del sur del país. Continuamos vendiendo petróleo crudo. Regresan, reconociendo las adecuaciones en Dos Ríos y la planta en Texas, gran parte de las gasolinas usadas en las ciudades y carreteras.

Sin maíz no hay país. Sin frijol no hay proteína. Cuando el menesteroso tiene dinero resulta la cuaresma. El siguiente desastre financiero gestado por el conservadurismo populista del presidente Trump.

Todo el cinturón bíblico arrastra pocas posibilidades de subsistencia. Los granjeros ya hipotecaron varias ocasiones. Una deuda arrastra a la miseria. Dos compromisos saborizan el guiso amargo de las expulsiones masivas.

El rey minotauro y su aprendiz de mago, Trump y Musk, están inflando la burbuja inflacionaria. China, Corea del Sur, Tailandia, India y Japón hacen antesala con las garras desenvainadas.

Harakiri al fantoche.