ITS: ¿qué pendientes existen por aclarar?

Una de las demandas planteadas por los alumnos del Instituto Tecnológico de Saltillo (ITS), durante el plantón que mantuvieron por 10 días en el bulevar Venustiano Carranza, fue el relativo a las inversiones que dicha institución ha anunciado para crear el Centro de Vinculación para la Innovación y Desarrollo Empresarial (Cevide) en el municipio de Arteaga.

Dicho Centro es conocido como una “extensión” del ITS en el citado municipio, vecino a Saltillo, mismo que sería construido dentro de un parque industrial, lo cual implicaría una mejor vinculación de dicha institución educativa con la industria de la región.

De acuerdo con el reporte que publicamos en esta edición, existe constancia de que al menos 20 millones de pesos, que servirían para la construcción de la primera etapa de dichas instalaciones, no habrían sido ejercidos pese a que fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes desde hace siete años, en el ejercicio fiscal 2016.

¿Qué ha pasado con ese presupuesto? ¿Cuál es la razón por la cual, al menos en apariencia, no ha sido ejercido?

Se trata de preguntas no solo pertinentes sino obligadas, pues se encuentran directamente vinculadas con un conflicto que todos padecimos recientemente, en la capital de Coahuila, durante más de una semana.

El plantón que mantuvo cerrado un tramo de la vialidad más importante de la capital coahuilense cobra, desde la perspectiva de este dato, un matiz diferente porque parece otorgar razón a uno de los argumentos a partir de los cuales los estudiantes decidieron tomar la calle.

Es posible, desde luego, que exista una explicación racional sobre este hecho puntual, pero haría falta que las autoridades nos lo explicaran para entender la razón por la cual un recurso que se destinó, en el presupuesto de egresos de la Federación, a una obra específica, parece no haber sido ejercido a pesar del tiempo transcurrido.

Resulta llamativo, sin duda, que las autoridades federales y estatales, responsables de dar seguimiento al gasto público, no hayan realizado señalamientos al respecto y que el tema se conozca más bien debido a una investigación periodística como la que hoy publicamos.

Con independencia de los aspectos “curiosos” del asunto, lo que todos tenemos derecho a saber es si en este caso podría haber ocurrido un hecho irregular que tendría necesariamente que derivar en el inicio de una investigación de responsabilidades.

En cualquier caso, lo que resulta obligado es que las autoridades federales y estatales aclaren el tema respecto de esta inversión que tuvo que derivar -hace ya varios años- en la existencia de una extensión del ITS que al día de hoy sigue sin existir.

Cabría esperar en este sentido, que quienes tienen la información relativa al caso salgan con celeridad a explicarnos qué ocurrió.