La primavera llega con vientos, polvo, y frío. Y ¿dónde están las flores, la lluvia suave, y el sol?

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En el tablero de mi coche apareció el mensaje “Damos la bienvenida a la primavera”. La primavera. Ya llegó, entre vientos y cielos pintados de café a causa de la presencia de polvo. Como siempre, la primavera no llega de pronto a quedarse, sino que entra y sale con fríos aislados y aire sustancioso como si no pudiera llegar de otra manera, como si necesitara un poco de drama para marcar su entrada.
Así son algunas etapas de la vida. A veces las transiciones son todo menos suaves, cambios que llegan golpeando y derramando la calma que habíamos trabajado mucho para conseguir y sostener. Y terminamos despeinados, empolvados, y lanzados a algo que aún no entendemos y sobre lo que no hay pronóstico confiable.
Me vienen a la mente muchas imágenes. Sandra Bullock tirada en la playa después de su aventura en el espacio. Wolverine alejándose de una explosión que él inició con sus garras en la cual murió su enemigo. Cuando Loki le dice a Hulk que es un dios y no será maltratado por el superhéroe, y Hulk dice “un dios chiquitito” mientras lo azota contra el piso. Cuando Rocky derrota a Drago en los últimos segundos del último round.
Ninguno de ellos sabía lo que seguiría en la vida, tal vez ni para qué habían hecho lo que hicieron o para qué habían peleado las batallas en las cuales se metieron. A veces respondemos a la vida con el instinto solamente, con las entrañas. En momentos es lo único que nos queda.
Es curioso. Nos presentan la primavera como una explosión de color. Flores, animales bebés, el sol, la lluvia suave, hojas nuevas en los árboles, arco iris, nubes de algodón. Los niños celebran con festivales y llega la Pascua con huevos de colores pasteles, conejitos de chocolate, canastas adornadas. Tal vez se nos olvida que también trae vientos y polvos y algunos días fríos. Ayer leí que un amigo se metió a bañar por la mañana y no salió agua caliente. Se envalentonó y se bañó así. Cuando ya había soportado el shock de haberse bañado en agua frió, miró su celular y vio que estábamos a 4° centígrados. En primavera a veces nos agarra el frío muy de sorpresa. A veces la vida nos agarra muy de sorpresa.