La seguridad fronteriza, ¿se mejora con alambre de púas?
COMPARTIR
La noticia corrió como reguero de pólvora ayer, pero hasta el cierre de esta edición no estaba claro si se trata de una información 100 por ciento real o sólo de un trascendido que, de tanto repetirse, suena como una noticia verdadera: el Gobierno de Texas le habría entregado al de Coahuila alambre de púas para “fortificar” la frontera del lado sur del Río Bravo.
Todos los reportes que podían leerse ayer en diferentes sitios web parecían tener la misma fuente: una nota publicada por The Dallas Morning News, el jueves de la semana pasada, en la cual se daba cuenta del presunto envío de alambre de púas a Coahuila, con el propósito de “disuadir a los inmigrantes indocumentados en su intento por llegar a Estados Unidos”.
El reporte atribuye la declaración a Renae Eze, portavoz del gobernador de Texas, Greg Abbott, quien habría dicho que Coahuila “solicitó y está recibiendo” de Texas, rollos de alambre para detener a los migrantes que buscan cruzar hacia los Estados Unidos, aunque no se especificó la cantidad que se habría enviado.
No parece existir ningún otro rastro de la declaración, pues ningún otro medio de Texas dio cuenta de la información y, a una semana de su primera publicación, el propio Dallas Morning News solamente la ha publicado en su versión en español.
Por ello, como lo advirtió ayer el director de la Casa del Migrante, Alberto Xicoténcatl Carrasco, parece poco creíble que se hubiera registrado tal solicitud, pues antes de solicitar alambre de púas cualquier gobierno fronterizo mexicano habría solicitado apoyo en otros rubros.
Parece entendible, por lo demás, que el Gobierno de Coahuila no hubiera emitido, hasta el cierre de esta edición, una postura oficial al respecto porque, aun cuando oficialmente se declare otra cosa, lo cierto es que las relaciones bilaterales se encuentran en un momento de tensión.
Con independencia del origen real de la versión sobre la donación del alambre de púas, lo que el episodio pone de manifiesto –una vez más– es la necesidad de que el Gobierno de la República intervenga en apoyo de los gobiernos fronterizos que están enfrentando solos la embestida de un mandatario que parece dispuesto a reproducir los peores comportamientos de Donald Trump.
Hace unos días, como se informó con oportunidad, el canciller Marcelo Ebrard se manifestó “indignado” por lo que calificó de “extorsión” por parte del gobernador Abbott, algo que, aseguró, nunca iban a permitir.
Pero es probable que detrás de la “filtración” que hemos reseñado se encuentre la intención real de forzar a los gobiernos fronterizos mexicanos a aceptar la “donación” del alambre de púas y que luego se pretenda obligarles a que lo coloquen en la frontera.
Y si esa es la verdadera razón detrás del “trascendido”, cabría esperar que la Cancillería mexicana esté preparada para intervenir y no actúe como cuando surgió la crisis de retraso en los cruces fronterizos, que volteó para otro lado e ignoró el fenómeno.