La sobrerrepresentación, la resulta de la elección 2024

Opinión
/ 9 junio 2024

A la memoria de Adrián Garza Pérez

El pasado domingo la oposición tuvo la respuesta de su vida y quedó demostrado que muchas cosas habrán de cambiar en el sistema político mexicano.

Si bien es cierto la elección 2024 vino a ser una especie de referéndum sobre la administración de AMLO, fue también una en la que la simulación, las mentiras repetidas y sobre todo la violación constante de las reglas de la imparcialidad gubernamental en estos asuntos, fue diaria y burlona.

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Muchos mexicanos sabíamos que la lucha de la oposición no estaba dirigida a la Presidencia de la República, sino a la conformación del Congreso, y en este aspecto se tendrá que estar con el Jesús en la boca a la espera de los cómputos distritales.

Las reglas de la elección del Congreso han cambiado: de ser una representación proporcional directa pasó a un sistema en el que la sobrerrepresentación se puede presentar como sucedió en el 2018.

La Constitución establece que ningún partido puede estar sobrerrepresentado en más del 8 por ciento y definitivamente cualquier asignación mayor al mismo se traduce en una violación directa de nuestro máximo ordenamiento legal.

La presidenta del INE fue imprudente en anunciar, al mismo tiempo que los resultados del conteo rápido de la presidencia, los correspondientes al Congreso de la Unión, y más aún la secretaria de Gobernación al presentar un esquema de conformación del mismo al siguiente día.

En el sistema de asignaciones han existido claroscuros, por ejemplo: en 2012, la coalición PRI-PVEM obtuvo el 40 por ciento de los votos y el 48.2 por ciento de los escaños: rebasando en apenas 0.2 por ciento el límite constitucional. En 2015, otra coalición del PRI-Verde recibió 40.3 por ciento de los votos y el 50 por ciento de los diputados, 9.7 por ciento más. En 2018, la coalición Juntos Haremos Historia logró el 45.9 por ciento de los sufragios (restando los votos nulos), pero se les asignó el 61.6 por ciento de la Cámara, una sobrerrepresentación de 15.7 por ciento, superando el límite constitucional casi por partida doble.

Ante ese escenario del 2018, los partidos de oposición presentaron un recurso ante el TRIFE que resolvió que “si bien los partidos coaligados podían postular candidatos ajenos y ello no generaba en automático la sobrerrepresentación, el INE debía, al asignar los diputados plurinominales, ajustar su acuerdo «a los parámetros constitucionales para evitar la sobre y subrepresentación de los órganos legislativos»” (sentencia SUP-CDC-8/2015).

Pero el tema de las coaliciones precisamente tiene como objetivo lograr ese efecto y esto no es exclusivo de la coalición ganadora hoy día, sino también la de alianza, sólo que la razón de los vencidos siempre aparece en el esquema de las víctimas.

Lo verdaderamente importante será el resultado del cómputo distrital, ya que podrá revisarse voto por voto los emitidos en la república y así saber si los anunciados por el INE corresponden a la realidad.

Las consecuencias de un Congreso con dardos cargados hacia el partido oficial y con la intención de efectuar reformas constitucionales, ya anunciadas en campaña, serán fatales para la economía del país, que depende en gran medida de la inversión extranjera y que está soportado por un sistema financiero estable a la fecha, pero que una vez que fue notificado de la estructura del Congreso, respondió a través de la cotización del dólar y la baja del índice bursátil.

Habrá que recordar que los altos intereses que están pagando las inversiones atraen capitales golondrinos que son muy sensibles a los cambios simples; imagínese con estos que repercutirán en una incertidumbre.

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Al arribo de Zedillo, en 1994 a la Presidencia, se generó una devaluación de la que México tardó más de 8 años en recuperarse, y en marzo del siguiente año el capital extranjero retiró su dinero del país con consecuencias fatales al desarrollo.

Resulta evidente que con el equilibrio económico del país no se puede jugar y no nos referimos a cuidar el dinero de los que tienen, sino en generar las condiciones para que los que no lo tienen puedan acceder a ello, como decía Colosio.

Tiempos de gran expectación nos invadirán las próximas semanas, sobre todo porque el futuro podrá estar en manos de una sola persona cuya motivación es la revancha. ¡Haya cosa!

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