El país lo necesita a usted, señor lector. Hoy más que nunca, el país, el Estado y nuestra ciudad, Saltillo, nos necesita. Horas bajas se viven en nuestro abnegado México de capa caída. No hay júbilo por la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia del país. Al menos en mi radio de acción, no veo ni júbilo, ni entusiasmo, ni esperanza en la mejoría de un país el cual se despedaza a sí mismo. Sin metáfora de por medio.
A días de la toma de posesión de la señora Presidenta, fue recibida con el brutal asesinato del alcalde de Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos, quien fue asesinado y decapitado seis días después de haber jurado el cargo. Esta y no otra es la consecuencia de ofrecer abrazos en su momento por parte de Andrés Manuel López Obrador a los criminales. Se vive ya casi en todo el país un “narco estado”. No hay ley ni Estado de derecho. En Sinaloa van 28 días de terror (al momento de escribir la presente nota). Van 159 muertos. El Gobierno no puede; seamos francos y claros. La sevicia y la brutalidad siguen siendo el pan cotidiano en varios estados y regiones completas del país.
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Usted ha hecho suya la siguiente cita, y la voy a repetir porque nos sigue retratando de cuerpo entero. Es la reflexión del reportero Jon Lee Anderson, quien lo visualizó primero y hoy es todo un problema terrible entre nosotros: “Ustedes, los periodistas mexicanos, tienen que averiguar qué es lo que enmascara a la sociedad mexicana para encerrar en su seno tanta violencia... no es posible que tanta violencia y que criminales tan sádicos, tan imaginativamente sádicos, hayan surgido de pronto en el panorama mexicano. Algo esconde la sociedad mexicana que lo fue incubando durante años y años”.
Las muertes cada vez son más brutales y atroces. En Monterrey, tierra de nadie ya, fue asesinada una mujer con saña. Un feminicidio más en una entidad gobernada por un mandatario virtual, Samuel García. La vida allí se deteriora lastimosamente, y claro que nos afecta por el intercambio diario y total de mercaderías, humanos y tránsito obligado entre dos estados vecinos que, en su momento, fueron uno mismo.
Coahuila necesita la mano fuerte de Manolo Jiménez al frente del Estado. Sus retos nos son menores. Pero, al día de hoy, va guiando a Coahuila hacía buenos derroteros. Los retos del “Tritón” Javier Díaz, alcalde electo de Saltillo, no son pocos. La ciudad muestra sus costuras por la llegada de parvadas de sureños buscando mejor vida en nuestra ciudad. El Ayuntamiento, entonces, se muestra un tanto rebasado en todos los aspectos. Y no pocos problemas sin eso llamado “intangibles”. Usted lo sabe, uno de ellos y grave son los suicidios en esta región sureste. Por esto, por todo lo anterior, con este texto inicio una saga de textos donde abordaremos los retos de todo mundo: los retos del “Tritón” Díaz en la Alcaldía de Saltillo. Los retos de Tomás Gutiérrez en Ramos Arizpe, los retos en Coahuila de Manolo Jiménez. Y claro, los grandes retos de Claudia Sheinbaum en un México apocado y de rodillas...
ESQUINA-BAJAN
“La madurez lo es todo”, espetó el Rey Lear de William Shakespeare en su inconmensurable obra dramática. ¿Qué están haciendo los maestros e instituciones para formar de verdad hombres maduros, críticos, en libertad y celosos de guardar el bien común y promover valores como la dignidad, la civilidad, la democracia, es decir, el tener como bases la educación y cultura como la semilla que habrán de inyectar en los niños y adolescentes, eso llamado el futuro de México?
Sigo pensando que lo único que nos puede sacar del atolladero es la educación. Y poner el acento en los niños, en sus primeros años de formación académica. Usted lo sabe, soy pesimista: creo que poco o nada se está haciendo a favor de ellos. De hecho, con la maldita pandemia, los niveles de educación y formación se deterioraron a tal grado que es imposible hablar de formación hoy; no hay avances, sino retroceso.
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Un retroceso brutal. ¿Para qué sirven las Escuelas Normales, formadoras de maestros y profesores, los cuales habrán de fundar y educar a sus hijos, señor lector? Tengo la peor opinión de dichas escuelas. Sirven para poco. Aunque, usted lo sabe, parte soy lo que soy porque tuve buenos maestros en mi escuela primaria y secundaria. No todos son buenos, no todos son malos.
¿Creen nuestros jóvenes en la democracia y sus leyes para elegir en igualdad y libertad a nuestras autoridades? Al parecer, no. Los jóvenes creen en tatuajes, en memes, en fruslerías de la red de Internet, en “La Casa de los Famosos”, en las redes sociales ya ubicuas... pero no creen en su voto. Si no creen en su voto libre y secreto para cambiar el mundo en el cual viven, entonces no creen ni en ellos mismos.
Y repito, hay muchos retos por delante en todo los ámbitos y quehaceres del mundo total, pero es primordial volver a lo básico de entrada: leer, escribir a mano, cruzar las calles por las esquinas, sacar la basura a tiempo, al cruzar la calle, observar si no vienen autos en ambas dirección; hay que aprender a comer lentamente y masticar las porciones. ¿Lo duda? En las últimas dos semanas han muerto tres seres humanos atragantados con plátanos, pizzas...
LETRAS MINÚSCULAS
Volver a lo básico, así de sencillo. Muchos retos por delante para todos.