Manual de la 4T para destruir a Xóchitl

Opinión
/ 6 octubre 2023

En el escenario electoral, dos ejércitos lucharán por la victoria en 2024. El de Morena, abanderado por Claudia Sheinbaum; y el del Frente Amplio por México, liderado por Xóchitl Gálvez.

El primero cuenta con el apoyo incondicional de AMLO, el aparato de Estado, 22 gobernadores morenistas y 2 gobernadores aliados; uno del PVEM y otro del PES. Firme está un ejército de clientes electorales -mayormente de sectores populares- nutrido con medio billón de pesos promedio anuales, en programas sociales y transferencias económicas directas. La líder de esta armada posee el carisma de una sardina enlatada al vacío que repite el discurso del líder de su cardumen hasta la saciedad. Aún así, su candidatura ha sido -desde hace, al menos, un par de años- apuntalada por la fuerza política de AMLO, que cuenta con el 57 por ciento de mexicanos -promedio- que aprueban su gestión presidencial.

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El segundo tiene 6 gobernadores del PRI (2), PAN (4) y PRD (0). Y un ejército de clases medias y altas; débil, desarticulado, desorganizado y volátil. El liderazgo de Xóchitl, disruptivo y esperanzador, ha acercado las expectativas partidistas y ciudadanas y, sobre todo, ha inyectado un entusiasmo significativo entre electores no morenistas, los cuales tienen claro que ella es la única y la última alternativa para derrotar a la 4T en 2024, aún cuando su candidatura tiene apenas cuatro meses de cocción acelerada. A pesar de ello, los electores alejados del morenismo han abrazado su candidatura con tal esperanza que AMLO y sus huestes fueron forzados a diseñar el siguiente manual para destruir o, al menos, nulificar su candidatura mediante el uso estratégico de redes sociales y medios de comunicación.

1. No podemos permitir que “la señora” (así la llama AMLO) asuma que tiene las cualidades de una candidata ideal de Morena, cuyo origen es humilde o indígena. Demostremos -mediante calumnias e infundios- que no es ni una cosa ni la otra. El objetivo es confundir su verdadera procedencia para obscurecer su biografía personal basada en la cultura meritocrática o del esfuerzo que supo romper con el círculo de pobreza y violencia intrafamiliar en el cual nació.

2. Investiguemos en detalle los contratos de su empresa familiar con el gobierno federal durante los últimos 18 años. Más allá de su legalidad, difundamos “los conflictos de interés involucrados en los mismos, las faltas de pago de impuestos al SAT y de seguridad social al IMSS e INFONAVIT”. Acusemos y amenacemos luego, a los familiares -esposo e hijos- de “la señora” involucrados en la empresa. El objetivo es destruir su honestidad, el negocio familiar y la fuerza emocional derivada de su familia.

3. Revisemos su tesis de ingeniería en computación, aunque “la señora” haya graduado por experiencia profesional. Escarben hasta el último reporte técnico para encontrar detalles incriminatorios. El objetivo es fracturar la percepción de “la señora” como una mujer honesta y capaz en un sentido intelectual.

4. Registremos su experiencia estudiantil en la UNAM, cuando en los 80’s era común ser progresista o de izquierda. Seguro encontraremos que militó o simpatizó con alguna organización de izquierda. Exaltemos esa conexión adolescente y agreguemos, ¿por qué no?, su supuesta posición pro aborto, con un objetivo: asustar a los fifís católicos y conservadores de las clases medias y altas que la apoyan.

5. Alabemos su comportamiento personal: fresco, dicharachero, espontáneo y mal hablado, con una idea en mente: construir la percepción que “la señora” es incapaz de trascender más allá de ese comportamiento banal, para armar una narrativa de política estadista con la capacidad de idear y construir otro México posible.

6. Profundizar las contradicciones entre “la señora” y los dirigentes del Frente Amplio por México que la apoya. Expandir esa percepción de conflicto permanente con un objetivo: ella no tiene vida propia y será sacrificada por ellos, en su momento, para negociar sus fines particulares con AMLO.

7. Ahondar en la percepción de que “la señora” -ahora sí-, baila y camina sola, sin una visión estratégica en sus recorridos por el país o un acompañamiento partidista y ciudadano sólido. El objetivo es construir la percepción que el Frente se equivocó al elegirla como su candidata, porque a las primeras de cambio, perdió la fuerza original que la catapultó.

8. Publicar encuestas con empresas “serias” -aunque hayan fracasado en sus predicciones, en el pasado- que demuestren una distancia abismal entre Claudia y “la señora”. El objetivo es uno: crear la percepción que la victoria de la 4T es inevitable y la derrota de “la señora” es inminente.

9. Si este manual fallara y “la señora” ganara las elecciones en 2024, recurriríamos a medidas extremas para impedirlo.

Nota: El autor es director general del ICAI. Sus puntos de vista no representan los de la institución.

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