Manual del Buen Populista. Vol 1. Tácticas de Retórica Nacionalista

Opinión
/ 9 enero 2025

Tanto el movimiento MAGA como la secta cuatroteísta viven de azuzar a su base electoral con el cuento de la gloria nacionalista y la constante amenaza a la soberanía

El populismo ha reducido el intercambio diplomático a niveles insospechadamente pueriles.

La infantilización de las relaciones internacionales es una cortesía de líderes que podemos ubicar a uno u otro extremo del espectro ideológico, pero convergen en las tácticas de encantamiento de las masas.

No se suponía que Putin, Maduro, Milei, Trump o AMLO (en su formato clásico o haciendo teletrabajo desde La Chingada) tuvieran absolutamente nada en común. Nada. Pertenecen a realidades muy distintas y sus corrientes de pensamiento parecen correr en ejes que jamás se tocarían. Y sin embargo...

TE PUEDE INTERESAR: La Tremenda Cuarta

Todos se terminan encontrando en el mismo vórtice, el del nacionalismo, que es la forma más barata y pitera del civismo.

Por alguna razón que no sería tan difícil deducir, se nos adoctrina desde la más tierna infancia en la creencia de que el lugar de nacimiento es ya un motivo de orgullo per se.

Ello es tan ridículo como la idea catoliquera del pecado original con el cual, se supone, nace cada nuevo ser humano.

Así con el orgullo patriotero. Se nos enseña desde el parvulario −y nunca nadie lo cuestiona− que sólo por nacer dentro de ciertos márgenes territoriales ya por eso estamos impregnados del mérito de los logros de quienes habitaron ancestralmente esta región específica de la geografía.

Y no hablemos de la Historia o del bagaje cultural y las tradiciones. Estamos obligados no sólo a conocerlas (lo cual me parece bien y me parece suficiente); debemos además exaltarlas, celebrarlas, ponderarlas como las mejores del mundo (porque es obvio que las de un país son mejores que las de otro) y a defenderlas de cualquiera que ose contradecirnos.

Desde luego, también tenemos que gritar cada gol de nuestra Selección Nacional como si estuviéramos dando a luz sin raquia a un hijo cabezón y llorar por nuestros símbolos patrios, escudo, bandera y, desde luego, el glorioso temazo de Bocanegra y Nunó.

A propósito, el Mesías de Tepetitán en su versión “La Sustancia”, es decir, en voz de su gerenta, Claudia Sheinbaum, aludió al Himno como respuesta ante las bravuconadas del presidente electo de los “Yunaites”, próximo a jurar para ese segundo periodo que nadie quiso ver venir, pero se le vino en la cara al mundo entero.

La amenaza de intervenir con operativos militares, maniobras a distancia con drones y declarar a nuestros muy abrazados cárteles mexicanos como grupos terroristas, no permite a la secta conciliar un sueño reparador por las noches.

Es una preocupación real porque es una posibilidad real. Y dado que nuestras Fuerzas Armadas sólo tendrían una oportunidad frente al Ejército gringo jugando al burro castigado (y sería vergonzoso hasta para los estándares actuales que salieran a partírsela en defensa de los narcos) la doctora Shein-baum dijo desde su programa, “Venga la Alegría versión Bienestar”, que en caso de una invasión “tenemos nuestro Himno Nacional”.

No hay que ser un genio de la hermenéutica para percatarnos en dos estrofas de que nuestro canto patrio es en esencia un llamado a las armas a la población civil en caso de invasión extranjera o extraterrestre. No admite otras lecturas ni otras posibles interpretaciones, eso es a grandes rasgos lo que dice el Himno Nacional: Que si viésemos a cualquier güey con pinta de fuereño mancharse con ese ente sagrado que es nuestra Patria (o mejor dicho, Matria porque, inclusión)... “¡Ni se preocupe, madrecita, que ahorita mismo vamos y le partimos la matraca a esos pinches güeros ogts jijos de toda su pecosa mother”.

Un poco más en serio (sólo un poco): En una carta de circulación interna entre el grupo parlamentario de Morena en el Congreso de la Unión (texto que se le atribuye a López Obrador), se advierte que de consentir cualquier acción extranjera en contra de los cárteles, no sólo iría en contra de la retórica del movimiento, sino que podría provocar una respuesta violenta por parte de la población civil.

¿En serio? ¿¡A poco ñe!?

AMLO o el autor de dicha misiva parece querer creer de verdad que la fidelidad electorera, ganada a base de oratoria y comprada con dinero de los programas sociales, va a sacar al pueblo bueno de sus casas para medir sus fuerzas con el ejército más grande del mundo.

Si no lo cree, quiere creerlo o que alguien más lo crea, especialmente el propio pueblo.

Y luego la alusión de la doctora para que, en caso de intervención tomemos el himno y lo interpretemos literalmente como un manual de pasos a seguir en dichos casos.

La retórica de nuestros mandatarios de uno y otro lado del río es delirante, pero se corresponden.

Y a propósito de cuerpos de agua, ese mismo río que de un lado se llama Grande y del otro Bravo, va y desemboca en un golfo que todo el mundo conoce como “de México” y Mr. Trump quiere renombrar como “of America” (así, sin tilde, porque no sería en conmemoración del panamericanismo, sino de la America consagrada en el Destino Manifiesto).

Porque Mr. Trump, medio en broma y medio en serio, no tiene empachos ni pudores para expresar sus deseos de convertir a Canadá, México, Groenlandia en estados del imperio yanqui.

Suena a chiste y a todos nos parece inviable, pero no deja de retratar al magnate anaranjado como la versión McDonalds de Putin, quien allá en sus tundras, sueña con recuperar la grandeza y gloria de la antigua Unión Soviética o, por qué no, del antiguo imperio de los zares.

TE PUEDE INTERESAR: ‘Golfo de México se respeta’... Sheinbaum responde a Trump ‘sería más bonito América Mexicana’

Y ahí está la Sheinbaum, ocupando el tiempo de su conferencia matinal en explicarnos no sobre temas de economía, narco, crisis energética o el estado que guardan las empresas paraestatales; sino para ponerse a la altura del bebesaurio anaranjado y disertar sobre la importancia histórica de la denominación “Golfo de México”.

Y es que, visto con malicia, estos temas inflaman los sentimientos nacionalistas de uno y otro lado de nuestra frontera norte y que es justo de lo que veníamos hablando en un principio:

Tanto el movimiento MAGA como la secta cuatroteísta viven de azuzar a su base electoral con el cuento de la gloria nacionalista y la constante amenaza a la soberanía. Ellos ven amenazada la suya con el flujo migratorio; nosotros cada vez que nos imponen una política y, ahora, ante una posible intervención.

Pero verlos discutir sobre el nombre del Golfo de México (que ya tuvo a bien incendiar la Cuarta Transformación); pues es una patochada patriotera que les viene muy bien a ambos, en lo que se llega el día de dirimir los asuntos de verdad.

Mientras tanto, hasta parece que se estuvieran conduciendo por el mismo instructivo, el Manual del Buen Populista. Vol 1. Tácticas de Retórica Nacionalista.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM