México necesita salmones acorazados, de cara a lo que viene
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Al recibir Trofeo Regio 2024, Plácido Garza arenga a mexicanos rumbo al México del futuro... y también del presente
Les platico:
Como buen regio, le traía ganas al Trofeo Regio.
Este jueves 21 de marzo fui honrado con esa distinción en su capítulo 2024, al lado de personajes de la Academia, la Cultura, el Desarrollo Empresarial, Humanismo, Deportes, Labor Social, la Actividad Profesional, Ciencia y Tecnología.
Recibí con humildad el correspondiente a Comunicación, a nombre de mi equipo y de un gremio vilipendiado, acosado y agraviado todos los días por críticos de 4a. que ejercen un mal llamado “periodismo” desde la comodidad −y a veces el anonimato− de las redes sociales y los chats.
Y digo que lo hacen “desde esa comodidad”, porque no arriesgan un peso y −en cambio− usurpan las funciones de quienes creamos empresas, pagamos impuestos y somos fuente de trabajo para muchísimas personas.
INFORMAR E INFORMARNOS A LA DEFENSIVA
Cuando me tocó la palabra, dije a quienes asistieron a la Nave Generadores del Centro de las Artes, en el interior del Parque Fundidora, que la época actual obliga a informar e informarnos a la defensiva.
A la defensiva es la forma en que se recomienda universalmente conducir un vehículo para evitar colisiones.
Porque hay quienes confunden la crítica con la ofensa e insultan y acosan a quienes no comulgan con sus ideas.
¿En quién se inspiran para hacerlo? o ¿quién los cilindrean para fanatizar un dogma político?
Eso es lo de menos, pues ¿dónde queda su libre albedrío e inteligencia para no repetir como coros de loros lo que les dictan desde el púlpito mañanero?
Ejercer el periodismo libre e independiente en México es una odisea.
Se enfrenta a entidades de gobierno que −para otorgar un contrato comercial− exigen condiciones.
Algunos medios −quizá muchos− sucumben porque la vida cuesta; no es pro-bono.
La situación se complica cuando esas condiciones las quieren imponer también los empresarios que tienen miedo a ser asociados con medios críticos al sistema, y nos dicen, “sí te tomo en cuenta, pero bájale dos rayitas”.
Por eso, en medio de esas dos aguas −nadando como los salmones, contra la corriente y hacia arriba− tenemos que mantenernos libres e independientes.
En esas condiciones, el periodismo se vuelve una odisea.
Y más aún cuando México ocupa el deshonroso y vergonzoso primer lugar de periodistas asesinados en países sin guerra.
En octubre del año pasado fui honrado con el Premio Nacional de Comunicación para Medios Digitales.
Ayer me tocó recibir en nombre de mi equipo y del gremio, el Trofeo Regio.
¡Qué valentía de la Fundación José Pagés Llergo y del Jurado y organizadores del Trofeo Regio en atreverse a hacer eso! Tengo qué decirlo.
Por eso, gracias al jurado, encabezado por Jesús Ancer Rodríguez y Leopoldo Espinosa Benavides:
Carlota Vargas Garza.
Gregorio Farías Longoria.
Gabriela Riveros Elizondo.
Luisa Fernanda Patrón.
Olga Susana Méndez Arellano.
Juan Ángel Montalvo.
Luis Nevárez Olivares.
Cecilia Ortiz Rivera.
Carlota Vargas Garza.
Y mi reconocimiento a quienes también lo ganaron en su edición 2024:
Bárbara Herrera de Garza.
Agustín Basave Benítez.
Óscar Flores.
José A. González “Pepe Monterrey”.
Alejandro Brunell Meneses.
Mercedes Jaime de Fernández.
San Juana Torres García.
María Dolores Vázquez Alemán.
Elizabeth Solís Pérez.
CAJÓN DE SASTRE
Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván.