Mirador 11/07/2024
Desde que empezó a llover han vuelto a la cocina las sabrosas charlas después de la cena en la antigua casona del Potrero de Ábrego. Otra vez el borbollar de la olla en el fogón pone música a la conversación de sobremesa.
Doña Rosa, la mujer de don Abundio, cuenta uno de los decires de su esposo.
-En una junta de padres de familia el maestro de la escuela dio una conferencia, y dijo que el hombre que inventó la rueda merecía eterno reconocimiento. Intervino Abundo y dijo. “Más reconocimiento merece el que inventó las otras tres”.
Todos reímos la ocurrencia, menos don Abundio. Se menea, incómodo, en su silla y rezonga entre dientes, atufado:
-Vieja habladora.
Doña Rosa figura con índice y pulgar el signo de la cruz, se lo lleva a los labios y jura:
-Por ésta.
¡Hasta mañana!...