Mirador 12/02/2024

Opinión
/ 12 febrero 2024

No hay viento arriba que sacuda el quieto azul del cielo. Así, las nubes están inmóviles en el aire, igual que grandes vacas que se han echado a reposar.

Abajo los hombres se dedican a ser hombres. Se mienten unos a otros. Se roban unos a otros. Se matan unos a otros. En fin, actúan como humanos. Como humanos deshumanizados, pero al fin y al cabo humanos.

Las nubes se entristecen, pero no lloran, porque su llanto haría bien a aquellos que hacen tanto mal.

La nube más grande llama al viento. Le pide:

-Llévanos lejos, a un lugar donde no veamos lo que estamos viendo aquí.

Responde el viento:

-A todas partes voy y de todas partes vengo. Y el hombre en todas partes es igual.

Las nubes se van entonces a llorar ahí donde su llanto no haga bien a los humanos. Eso explica por qué llueve en el mar.

¡Hasta mañana!...

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