Mirador 17/12/2023
HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Te diré lo que mis hijos, mis nietos y yo estamos cenando esta noche de posada con el recuerdo de la amada eterna.
Tamales saltilleros, platillo principal. Los hay de puerco, pollo, frijoles, queso y dulce. Tan ricos en recaudo son que con dos tienes para llenar el cuerpo y sosegar el alma, pero el gozo de vivir te pide que te comas tres. O cuatro, o cinco, o seis.
Una taza de humeante champurrado, espeso atole con aromas de chocolate y de canela. Un sólo trago basta para quitarte el frío de tres inviernos fríos.
Buñuelos tan leves que cuando los pones en el plato éste pesa menos de lo que pesaba antes de que los pusieras en él.
Y ponche de guayaba con tripas. Las tripas son una generosa añadidura de aguardiente, brandy o ron. Beberlo es como beberte el sol.
Desde arriba nos mira el buen Señor. Le pregunta, tímido, al Espíritu:
-¿Crees que si voy allá me inviten?
¡Hasta mañana!...