Mirador 25/12/2024
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Lo dice el evangelio de San Lucas.
Antes que los reyes llegaron los pastores al portal de Belén.
Y antes que los pastores llegaron la mulita y el buey.
En eso hay una lección grande de humildad.
Lo dice el Génesis: cuando Adán cobró vida ya estaban en la tierra las demás criaturas del Señor.
Primero fueron los animales. Luego el hombre.
La Navidad es ocasión para nacer de nuevo. Ese renovado nacimiento ha de ser humilde, como fue el del Niño.
Dejemos atrás toda soberbia, toda vanagloria, todo insano orgullo, toda vanidad.
Los años de la vida han de servirnos de lección.
Si nos proponemos dar amor y hacer el bien a los demás en este año que viene seremos mujeres y hombres nuevos.
Tendremos una nueva Navidad.
¡Hasta mañana!...