Mirador 28/12/2023
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Estas palomas de ala blanca llegaron a mi huerto cuando los nogales empezaban a dejar caer su fruto. Hubo muchas nueces este año, y hubo también muchas palomas. El año pasado los nogales descansaron y no nos dieron su regalo anual. Ese año las palomas no vinieron.
¿Qué misterioso saber poseen estas aves que llegan cuando hay cosecha y están ausentes cuando no la hay? ¿Existirá una oculta comunicación entre los árboles y las palomas, por la cual ellos llaman y acuden ellas? No lo sé... No sé nada... Nadie sabe nada...
Los hombres de mañana conocerán las cosas que los de hoy no conocemos. Explicarán entonces a la paloma y al nogal, y esas bellezas se volverán guarismo. Yo prefiero el misterio a la certeza, y me llena de gozo el encuentro del ave con el árbol. Los dos se dicen cosas que yo no puedo oír. Los dos me muestran la pequeñez del hombre en medio de la grandeza de la vida.
¡Hasta mañana!...