Alternativa para Coahuila, no alternancia

Politicón
/ 27 octubre 2016

“En Ecuador, ya no manda el capital financiero, ya no mandan las burocracias internacionales, ni las oligarquías, aquí quien manda el pueblo ecuatoriano”

Rafael Correa

 
En 2004 se publicó por primera vez el libro “Los Dueños del Congreso” del periodista Esteban David Rodríguez. Es una investigación sobre el nepotismo y la red de influencias que se han perpetuado dentro del Poder Legislativo de este País, a unas cuantas familias. ¿A quién representan los diputados y senadores? Es la pregunta que surge mientras uno avanza en la lectura. El autor muestra con claridad como desde la Cámara de Diputados y el Senado de la República, se ha desvirtuado la “representación pública” y quienes hoy legislan son dinastías, oligarquías partidistas y cámaras industriales, desplazando intereses colectivos por particulares.
 
Un dato interesante es que desde 1934, aunque se prohibió, la reelección legislativa continúa hasta la fecha: 98 familias han tenido el control de 509 posiciones legislativas federales, 63 de ellas con participación de entre 9 y 19 años, y 37 de entre 21 y 51 años en el Congreso. Otro apunte es, por ejemplo, que de 1991 a 2000, los intereses empresariales y financieros pasaron de ocupar el 7 por ciento de las posiciones legislativas federales al 35 por ciento. Luego entre 2009 y 2012 su representación parlamentaria paso al 39.64 por ciento y en el periodo actual se mantiene por encima del 30 por ciento. La peligrosa influencia.
 
De manera similar, en 2015 el diario El Universal retomaba el tema revelando que “88 clanes familiares dominan el Congreso”. 53 familias llevaban entre 9 y 18 años dentro de la nomina parlamentaria; 38, entre 21 y 57 años como legisladores.
 
No lo pude eludir, fue inevitable ligar lo que leía sobre las redes de nepotismo federal, con lo que pasa en Coahuila, estado que me vio nacer, con su realidad. Y es que si eres es un ciudadano o una ciudadana coahuilense, seguro has escuchado los apellidos Moreira, López, De Las Fuentes, Masso y Martínez. ¿Por qué? Simplemente porque desde hace 70 años han sido estas las familias que han “gobernado” el Estado, quienes se han repartido la “representación pública” desde los poderes Ejecutivo y Legislativo. Veamos:
 
De la familia Moreira tenemos al profesor Humberto, quien desempeñó el cargo de gobernador de Coahuila en el periodo 2005-2011, también fue alcalde de Saltillo entre 2003-2005 y fue señalado por la revista estadounidense Forbes como una de las "10 personas más corruptas en México". Su hermano Rubén es el actual Gobernador de la entidad y concluirá su cargo en 2017; en 2009 fue diputado Federal por el Distrito 4, representación que irresponsablemente dejo para postularse al Gobierno del Estado. De esta familia se destaca el nepotismo como hábito, pues cinco hermanos más (Álvaro, Iván, Monserrat, Elisa y Carlos Ariel) ocuparon posiciones clave para la administración pública. Solo aquí, ya tenemos más de una década de Gobierno estatal en manos de una familia. “Son el orgullo de su nepotismo”, les diría José López Portillo.
 
Por su parte, los López tienen en su haber cinco alcaldes, un senador y un gobernador. De esta dinastía empresarial consolidada en el Grupo Industrial Saltillo que fundó Isidro López Zertuche, surgió el nieto y actual alcalde Isidro López Villarreal; el cargo de “Chilo “concluye en 2017 y ya muestra intenciones para ser candidato a Gobernador de Coahuila por el PAN. Su primo Jorge Torres López fue Presidente Municipal de Saltillo de 2008 a 2009 y Gobernador interino de Coahuila en 2011, con la diferencia de ser siempre impulsado por el PRI; está acusado de lavado de dinero en los Estados Unidos y ha sido declarado uno de los más buscados por la DEA.
 
Otro es Rosendo Villarreal Dávila, tío de Isidro también panista y alcalde de Saltillo de 1991 a 1993. Del año 1994 al 2000 se desempeño como Senador de la República. Manuel López Villarreal, hermano de Isidro, fue otro elegido por Acción Nacional para gobernar la capital coahuilense de 1997 a 1999. Por otro lado, el abuelo materno de Isidro, Ricardo Villarreal, fue igualmente Alcalde de Saltillo durante el periodo 1941-1942, aunque postulado por el PRI. Suman 18 años como familia en el gobierno, pareciera ser derecho de sangre.
 
Pero el asunto no acaba ahí, pues de esta familia, la descendiente Paola Rodríguez López contrajo matrimonio con el actual dirigente municipal del PRI y exdiputado local Manolo Jiménez Salinas, quien aspira a ser Alcalde como su abuelo. Incluso ha manifestado querer ser Presidente de México; es nieto del exalcalde de Saltillo y dueño de El Diario de Coahuila, Luis Horacio Salinas Aguilera (1973-1975).
 
Poseemos claramente una democracia de dinastías, oligarquías partidistas y grupos industriales. Las pocas alternancias partidistas que se han dado en la capital coahuilense han sido producto de un linaje y, peor aún, de un grupo empresarial.
 
Otra emblemática, honorable y distinguida familia es De las Fuentes, que cuenta con un Gobernador: José de las Fuentes Rodríguez 1981-1987. También fue Diputado Federal en dos ocasiones (1967-1970 y 1977-1978). Su hijo Fernando de Las Fuentes siguió los pasos de su padre y como él, desde el PRI logró ser Diputado Federal en dos periodos: 2003-2005 y 2012-2015, además ha sido Diputado local de 2000 a 2002 y de 2009 a 2011; como Alcalde se desempeñó de 2006 a 2008. 21 años suman padre e hijo viviendo del erario.
 
De manera similar, el expresidente municipal Jericó Abramo Masso (2010-2013), regidor y dos veces Diputado Federal por el PRI (2006-2009, 2015,2018), tiene en su familia Masso otro político. Jorge Masso fue, igual que su nieto, candidato a Alcalde pero él no ganó pues renunció al PRI y declaró que lucharía desde la oposición contra el partido y los corruptos. Fue Diputado Local y Federal. 
 
Finalmente, los Martínez. Enrique Martínez y Martínez fue Gobernador de Coahuila de 1999-2005, Diputado Federal en dos ocasiones y alcalde de 1979 a 1981. Además de político, es un empresario que, de acuerdo con su declaración patrimonial, posee 18 propiedades, 16 terrenos con una superficie total de 2 millones 224 mil 625 metros cuadrados, un edificio y una casa. Su hijo Enrique Martínez y Morales se postuló para Diputado Federal; sin embargo, no le ha ido tan bien como al padre, pues solo ha logrado ser Diputado Local en de 2009 a 2011.
 
Los dueños del Congreso o los dueños de Coahuila, es lo mismo. El panorama es desalentador, como ciudadanos hemos sido dominados por unos cuantos durante siete décadas. Vivimos inmersos en una dinámica democrática mediocre y corrupta en donde unos pocos acaudalados distorsionan y degradan la Política. Deja de ser “el más noble oficio”, como lo define el filósofo Enrique Dussel. Una tarea “Patriótica, comunitaria y apasionante”.
 
Necesitamos alternativa, no alternancia, apunta Julio Anguita, y es que el PRI y PAN son evidentemente lo mismo. Mientras el ciudadano cree que hay alternancia y entrega un voto de confianza a la “oposición”, no se da cuenta que está siendo manipulado por la Hegemonía Cultural descrita por Antonio Gramsci, y en realidad nada cambia de fondo, incluso de forma. Cambian solamente los colores con que se pintan los puentes y los parques del partido en turno. “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza”, pronunció Simón Bolívar en 1919. Tal pensamiento sigue lamentablemente vigente, pero ya basta.
 
En definitiva, vivimos en tiempos de crisis económica, social, política. El año próximo habrá elecciones en el Estado y es necesario reflexionar sobre el futuro que queremos para la familia más importante, la nuestra. Asumamos la responsabilidad histórica como ciudadanos para darnos cuenta que todo es político y cada decisión que toman nuestros representantes nos afecta o beneficia cotidianamente. Que manden las y los coahuilenses.
 
@JuanDávilaTovar

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