AMLO: ¿Que ha cumplido de sus promesas tras 2 años de su triunfo?

Politicón
/ 13 julio 2020

Bien sabemos que todo proceso electoral implica cierto grado de demagogia por parte de los candidatos; tienen que hacer promesas que no podrán cumplir, so pena de perder. López Obrador prometió un México renovado, con un sistema educativo, de salud y de pensiones escandinavo, ya sin corrupción ni impunidad, con crecimiento económico de 4-6 %, con seguridad pública y sin Ejército en las calles, con autosuficiencia energética y cuidado ecológico, mucho menos pobreza y desigualdad social, así como siete millones de nuevos empleos. No está claro qué de todo ello lo ofreció AMLO a sabiendas de que no podría cumplirlo, o si estaba convencido de que lo haría, y de ahí su oferta de que bajo su gobierno tendríamos una nueva epopeya histórica.

A dos años, no todo lo que prometió se ha cumplido, pero sí algunas cosas. Ofreció, por ejemplo, cancelar el aeropuerto de Texcoco pese a las advertencias de que eso alejaría las inversiones privadas, con lo cual el crecimiento del PIB se iría abajo. También ha cumplido su oferta de austeridad, terminar con los privilegios y despilfarro de la “burocracia dorada”. Algo muy bien recibido, pero empezó a recortar músculo y hueso, dejando en la inoperatividad a buena parte de la administración pública, bajo el razonamiento de que los insurgentes, liberales y revolucionarios no necesitaron de computadoras para realizar su misión histórica. Y sí, cumplió con los programas sociales, si bien son de eficacia dudosa, no ayudan a impulsar el desarrollo, y muestran un claro corte clientelar. Y que el salario mínimo subiría, lo cual sí ocurrió venturosamente.

Igualmente ha cumplido regresar al esquema energético previo al neoliberalismo, cerrando puertas al capital privado. Eso ha provocando pérdidas como nunca en Pémex, lo cual ha degradado su calificación. Y en materia de corrupción ha tomado algunas medidas administrativas de resultados aún inciertos. Contra la impunidad, ha aplicado la ley pero de manera selectiva, sin afectar a sus aliados, más o menos como se hacía antes. Ofreció no perseguir al gobierno de Peña a cambio de que lo dejara llegar a la presidencia. Lo que no significa que Amlo vaya a cumplir su palabra en el caso del ex presidente y algunos cercanos, como Luis Videgaray, pues requiere de un buen monto de legitimidad que su captura le daría, dada la crisis actual y de cara al 2021. Habrá que ver. También ofreció echar abajo la reforma educativa, que ahora está nuevamente en manos del magisterio, como antes, obstruyendo ese canal de desarrollo y movilidad social.

¿Qué no ha cumplido? La promesa de modificar radicalmente la estrategia contra el crimen organizado y enviar al Ejército a los cuarteles. Lo intentó, creando una Guardia Nacional que haría esa faena, así como con su plan de “becarios sí, sicarios no” y de “pórtense bien”. Como cabía esperar, esas medidas no funcionaron, y se regresó al uso del Ejército por el resto de su sexenio. La violencia sigue al alza. Finalmente, ofreció enfrentar con dignidad y firmeza, pero también con sensatez, las múltiples agresiones de Donald Trump hacia los mexicanos, y en particular los que viven en Estados Unidos. Ya en la presidencia decidió tirar a la basura ese discurso, optando por una política de docilidad, rayana en entreguismo. Justo lo que criticaba. Por ejemplo, su política migratoria de brazos abiertos, que tanto presumió, duró hasta que Trump lo obligó a girar 180°, abusando de su fuerza (a la inversa de lo que sugería Washington, y más en concordancia con la doctrina Monroe). Pero AMLO le agradeció su buen trato (existente en una realidad alterna), además de apoyarlo en su campaña implícitamente. Promesa no cumplida. 

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