Proyecto de nación
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Las luchas y reivindicaciones sociales de los siglos pasados trajeron como consecuencia en las sociedades modernas la aparición de un sinfín de libertades que correspondían al hombre pero que no le habían sido reconocidas. En el caso de nuestro país, se requirió que muchos compatriotas nuestros empeñaran sus vidas desde 1810 hasta 1910 para que hoy podamos gozar al menos en el papel de una buena cantidad de derechos. De dichas luchas, emanaron grandes acuerdos en el mismo orden en 1814, en 1824, en 1857 y en 1917, acuerdos que amparan el ejercicio de nuestras libertades.En el fondo, el ideal que se buscaba era la consecución de un proyecto de nación que tenía como como base los principios liberales. Dejar el modelo monárquico que beneficiaba a unos cuantos e instaurar la República. Era la necesidad de la gente, como afirmaba Carlos Fuentes en Nuevo tiempo mexicano, de formar parte de una comunidad particular, de una hermandad mayor, con signos e instituciones comunes.
México surge de la pérdida de la estructura política de los indígenas, pero sobre todo insiste Fuentes, de la pérdida de la cosmovisión religiosa destruida en la Conquista. Surge del patriotismo criollo, de la necesidad de legitimación social que tienen a diferencia de los peninsulares que son ciudadanos de primera. Ser criollo, era estar metido en un gran problema a la hora de reclamar derechos. Excluidos por no haber nacido en España requieren identidad, no son coloquialmente ni de aquí, ni de allá. Corriendo la misma suerte de los antiguos mexicanos, son despojados de sus derechos y encuentran en ellos la complicidad perfecta para cimentar las bases de una nueva nación. Criollos más indígenas es la ecuación que trajo como resultado nuestro país, el mestizaje.
Por tanto, nuestra nación, es el resultado de las luchas de los liberales que surgen para contrarrestar las agrias tradiciones de la Nueva España por una parte, de la guerra perdida con los Estados Unidos en 1848 y del orgullo de la guerra contra Francia en 1867. El liberalismo ofrecía los contenidos necesarios que requerían los grandes caudillos mexicanos para generar un proyecto, en ese momento, de nación. De unos años a otros, la realidad cambiaba de forma vertiginosa.Sin embargo, a partir de la guerra contra Estados Unidos; Héctor Aguilar Camín en Subversiones silenciosas nos comenta la existencia de los dos bandos que a la fecha siguen vigentes y que dieron luz a un México liberal y a otro conservador.
Proyectos distintos que han generado división y luchas desde entonces. Uno, que ha tenido como baserechazar los principios que cancelan los derechos y deberes de todos, con la idea clara de buscar la inclusión en todos los aspectos, basado en los valores liberales y democráticos promovidos por la Revolución Francesa y la independencia norteamericana.El otro, visto desde algunos que lo poseen todo, donde el pensamiento de fondo es mantener el status quo, es decir, la conservación de los privilegios. En este proyecto poco importó y poco importa a la fecha la dignidad de los de enfrente.
Hidalgo, Allende, Abasolo, Morelos y otros, fueron motivados por los ideales de la Carta de los derechos del hombre y del ciudadano y en el fondo la visualización de una sociedad con condiciones para todos. El proyecto era cortoplacista porque las condiciones así lo exigían. Se trataba de emanciparse y de buscar rumbo. La independencia de España no concluye, comienza en 1810, termina en 1821, pero con un proyecto distinto al del inicio. El proyecto dura tres años. De ahí hasta 1857 con la guerra de Reforma. Juárez lo tiene claro, pero no tiene las condiciones contextuales. En dos períodos de 1858-1864 y de 1867-1871 afirma su proyecto, la República. A unos pocos les disgusta el proyecto, porque las condiciones de derechos son iguales para todos, tanto que solicitan la intervención de otras naciones, otros prefieren seguir igual. Unos cuantos le apuestan al proyecto.
El plan de Tuxtepec con Porfirio Díaz presenta un nuevo proyecto que va de 1876 a 1911 de la mano del contexto internacional. La modernización como plan, no es resultado del análisis del estado que guarda la sociedad mexicana, sino de las condiciones que imperan en todas partes. El proyecto modernizador de Díaz tiene como cómplice la Revolución Industrial. No existe un proyecto de nación claro, aunque algunos digan lo contrario. El enriquecimiento de unos cuantos marcaba la ruta de lo que sería nuestro país en el futuro inmediato.
Díaz canceló la identidad nacional, los proyectos liberales volteando la mirada hacia Francia. La moda, la arquitectura, la pintura, las costumbres, las aspiraciones eran francesas. Continúo citando a Fuentes (…) la Revolución Mexicana fue el mayor intento de nuestra historia para reparar la totalidad cultural de México. El proyecto de nación de Madero tiene como base los principios del Plan de San Luis, en el fondo los principios de libertad, democracia y no reelección. Sin embargo, todo termina en poco tiempo. Gómez Morín dirá en 1926 (…) la política colonial del porfirismo nos había hecho olvidar que ¡existía México y los mexicanos!
Revolución y nacionalismo le dieron sentido en este tiempo a la idea de mexicanidad. Justamente la idea central del proyecto que surge en 1929 con la aparición del Partido Nacional Revolucionario (PNR) es la mexicanidad y la nación. Es el nacionalismo revolucionario, la ideología que subyace en México desde 1929 de manera declarada hasta 1982, donde de la mano del llamado Milagro mexicano, todo parecía prometedor, pero el país se desmorona en 1985.
En los noventas el proyecto de Carlos Salinas nos confundió haciéndonos creer que habíamos arribado al desarrollo. No fue así, si hubo un proyecto fue solo para beneficiar a unos cuantos, que hoy aparecen como los dueños del país.Con la llegada del panismo a la presidencia de la República del 2000-2012 pareciera ser que las cosas cambiarían, que habría un proyecto claro y definido como nación, que sabríamos hacia donde iríamos, sin embargo los intereses personales y de grupo no permitieron la democratización. Se lastimó la cohesión social, el país se dividió. En el sexenio anterior la prioridad fue la seguridad y se perdieron de vista otras realidades que eran fundamentales. Se fraguaron planes de desarrollo donde se contenían proyectos, visiones y expectativas que poco o nada se incidieron en la realidad.
¿Hoy después de 206 años de habernos emancipado de España sabemos cómo nación hacia dónde vamos? ¿Tiene en claro el gobierno actual y los ciudadanos hacia dónde queremos ir? ¿Sabemos si existe un proyecto de nación? ¿Quiénes forman parte de este proyecto, conocen las implicaciones del mismo?¿En este proyecto que es lo medular? ¿Qué es lo que se quiere resolver? ¿Cuál es el pensamiento de fondo y los valores que lo soportan? ¿Qué factores de riesgo tiene? ¿Qué medidas existen para lograr el propósito, si lo hubiera? ¿Qué resultados se esperan? Son preguntas que tendría que responder el gobierno actual y los ciudadanos.