Del quince al dieciséis

Politicón
/ 30 diciembre 2015
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Este año se inició con la irreparable pérdida de don Julio Scherer, el fundador de la revista Proceso, periodista que ejerció sin misericordia las armas de la libertad de expresión y de la crítica. Él seguirá siendo un ideal para el periodismo mexicano, el reverso de la corrupción y de los periodistas cooptados, porque hasta la última hora de su vida fue nada más un reportero atenido al dato. 

El lunes 16 de marzo Carmen Aristegui y su equipo de periodistas fueron despedidos de MVS Radio, lo que fue visto como una revancha de Enrique Peña Nieto contra la periodista por la publicación de la investigación sobre la Casa Blanca de Angélica Rivera, su esposa,  y la del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, en Maninalco. Algunos medios calificaron a Aristegui como, “una de las voces más vibrantes e independientes de la radio mexicana”, pero Peña ha sido implacable con ella.  

El caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa es una herida abierta y sin justicia. Al gobierno de Peña Nieto no le interesa. A pesar del derrumbe de la “verdad histórica” de Jesús Murillo Karam y del Informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, Peña se cruza de brazos y se va de vacaciones.  

Este 2015 fue el año de las migraciones multitudinarias. Miles de seres humanos ahogados en el Mediterráneo o muertos por agotamiento, deshidratación o asfixiados por las condiciones a bordo de los barcos, y en México el aumento de niños migrantes se dobló con respecto al 2014.

La instalación del confinamiento de residuos peligrosos en el ejido La Noria de la Sabina, de General Cepeda, enfrentó durante todo el 2015 la oposición de los ejidatarios de ese municipio en vista de los daños al medio ambiente que éste implicaría. La gran preocupación de los ejidatarios es la contaminación de los acuíferos de los que beben tanto ellos como su ganado y con los riegan sus sembradíos, reservas que son consideradas la vida. El conflicto ha sido difundido hasta por la prensa internacional y continuará en 2016 por cauces legales.

En Coahuila, la corrupción exhibida -tanto en este sexenio como en el anterior-, muestra que la rapiña de los funcionarios públicos no tiene contención ni sanción. Sobresale el caso de información reservada e impune de la megadeuda. Otro es el caso del desfalco de 126 millones de Ficrea del Tribunal Superior de Justicia, además de todos los casos de “manejos financieros deficientes” por más de 3 mil millones de pesos detectados por la Auditoría Superior del Estado.

La víspera de Navidad, José Antonio Meade, secretario de Desarrollo Social estuvo en Torreón y en su discurso reconoció que “en Coahuila sigue existiendo una presencia importante de rezago educativo y siguen habiendo viviendas que no tienen la calidad y los servicios que se requieren (...) Hay necesidad de fortalecer el acceso a la salud y a la seguridad social, hay quien se preocupa todavía por la alimentación, pero Coahuila tiene condiciones que le permitirían erradicar esas circunstancias…”.

Qué bueno que este reconocimiento está en boca de un Secretario y que Rubén Moreira lo escuchó. A Rubén le quedan escasos 24 meses, contemos los días y las horas para la terminación del moreirato.

Pero contemos los días no cabizbajos, sino actuando, insistiendo, denunciando, exigiendo, siguiendo el ejemplo de valentía de esos coahuilenses que buscan a sus desaparecidos, de los que auxilian a los migrantes, de los que cuidan el agua y el medio ambiente, de los que luchan por rescatar y transparentar a la Dipetre y al Servicio Médico del Magisterio, ellos nos muestran lo que es la esperanza y que los términos apatía y  sumisión no existen en su vocabulario, porque lo fundamental es el rescate de la dignidad.

En 2016 renovemos la confianza de que se puede cultivar otro Coahuila y que el FELIZ AÑO NUEVO no sean sólo palabras. 

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