El campo mexicano en el marco del TLC

Politicón
/ 12 agosto 2017

En lo que tiene que ver con la agroindustria, los grandes beneficiarios del TLC son los productores del medio oeste estadounidense

Hace 25 años México, Estados Unidos y Canadá firmaron el acuerdo económico que conocemos como Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El tratado es un amplio acuerdo para promover el libre comercio, es decir un comercio con una notable reducción de las barreras arancelarias y aduaneras entre los tres países firmantes. El sector agropecuario quedo establecido en el TLCAN, en el Capítulo VII: Sector agropecuario y medidas sanitarias y fitosanitarias.

El artículo 703, Acceso a mercados, dice: 1. Las Partes trabajarán para mejorar el acceso a sus respectivos mercados mediante la reducción o eliminación de barreras a la importación en el comercio de productos agropecuarios entre ellas.

Recientemente se presentó el caso de la cuota azucarera. En este caso se buscaba restringir los cupos de acceso al mercado estadounidense, lo que contraviene el tratado. Tras una negociación, "en corto", se suscribió un acuerdo para regularizar los cupos, en el cual ambas partes cedieron parte de sus demandas. Este es un ejemplo de lo que puede negociarse en relación al TLC.

El TLC era una apuesta del régimen encabezado por Carlos Salinas para insertar la economía y la sociedad de México en el "mundo globalizado", lo que en términos reales significa sumarse al carro del neoliberalismo y aumentar nuestra dependencia de la economía estadounidense.

La economía mexicana ha crecido, pero sigue estando vinculada a las cadenas de valor internacionales. Para poner un ejemplo que les gusta a los funcionarios neoliberales, la industria automotriz, que presumen como éxito de la economía mexicana, exporta millones de vehículos cada año, pero no hay una sola marca mexicana, somos un país maquilador de marcas estadounidenses, europeas y asiáticas.

Ahora nos empieza a pasar lo mismo en los productos del campo. El sector agropecuario quedó establecido en el TLCAN, en el Capítulo VII: Sector agropecuario, que en su artículo 703, Acceso a mercados, a la letra dice: las Partes trabajarán para mejorar el acceso a sus respectivos mercados mediante la reducción o eliminación de barreras a la importación en el comercio de productos agropecuarios entre ellas.

En la práctica esta regla del tratado ha favorecido a Estados Unidos. Respecto al tema específico de la balanza de pagos agroalimentaria. En los últimos dos años México ha logrado un discutible superávit comercial, que no impacta en todos los sectores productivos rurales, ya que el superavit se genera por sólo tres productos: cerveza, tequila, pan.

La cerveza es el principal producto agroindustrial de exportación, con un valor de 2 mil 810 millones de dólares; el tequila es el cuarto, con mil 187 millones de dólares y los productos de panificación el octavo, con 901 millones de dólares. Juntos los tres representan cerca del 16 por ciento del total de exportación de los sectores agropecuarios; tienen en común que pertenecen a marcas reconocidas y, en dos de tres productos, cuentan con capital extranjero o son empresas trasnacionales.

De estas exportaciones, 99% ciento lo concentran dos empresas únicamente; Grupo Modelo y Cuauhtémoc-Moctezuma, las cuales a su vez pertenecen a las trasnacionales Anheuser-Busch InBev y Heineken Internacional, respectivamente. La empresa de panificación sí parece tener un capital mayoritariamente nacional, aunque una parte muy importante de sus insumos son adquiridos en Estados Unidos.

Así que la queja sobre los beneficios del TLC es una verdad a medias, o un dato con poco sustento en hechos reales. Al menos en lo que tiene que ver con la agroindustria, los grandes beneficiarios son los productores del medio oeste estadounidense que venden a México un porcentaje relevante de los insumos industriales.

Senador por el PRD

 

 

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