Finge demencia

No es una ofensa, en el léxico popular fingir demencia se entiende como desconocimiento, desatención, desinterés, negligencia –y 20 sinónimos más–, eso es lo que trae Miguel “N” en la cabeza, vacío voluntario, su estrategia es ignorar, mirar para otro lado.

Aunque, si se profundiza en la protesta del magisterio, instalado en la Plaza de Armas desde hace 59 días, sólo padeciendo algo de vesania, delirio o enajenación se puede pasar sonriendo sobre los cadáveres de los maestros que enfermaron y fenecieron por falta de atención médica y medicamentos, ¿por qué ese odio inclemente hacia el magisterio que ha sido formador de innumerables generaciones de coahuilenses desde los últimos años del siglo 19, ¿por qué esa campaña de desinformación y ese silencio cómplice de los líderes sindicales y las autoridades universitarias? ¿Por qué a Miguel “N” se le detonó el chip de violencia contra el magisterio y no lo puede controlar?, ¿por qué ignora la dignidad humana y el respeto a lo elemental que es la vida y el derecho a la salud, y los echa al excusado?

Se deja de lado la responsabilidad política de los servidores públicos que contempla nuestra Constitución y se practica un trato político preferencial, producto del dinero y del poder, y se hace uso de un aparato jurídico que funciona “a modo”.

Los maestros pensionados hemos sido servidores públicos, dimos lo mejor de nosotros para educar a la infancia, para formar profesionistas, pagamos con nuestro esfuerzo el derecho a jubilarnos o a pensionarnos, no fue un gracioso obsequio de la burocracia universitaria y estatal o federal, no, los impuestos del pueblo pagan la educación pública.

Parecería que Miguel “N” pretende superar a su antecesor, Rubén, quien se negó a escuchar al magisterio durante 70 días, lo va a superar, en 12 días alcanzará esa meta y podrá seguir usando a la dirección de la Sección 38 como administradores de la caja chica con la que gana elecciones, con la que paga representantes de casillas, compra el voto de los pobres y paga la megadeuda de sus dos antecesores.

Los maestros en plantón realizaron una marcha a la que se sumaron varias organizaciones con diversas demandas; además, los pensionados están haciendo un recorrido por las instituciones responsables de administrar los recursos de sus jubilaciones, hablaron con el rector de la UAAAN, el que les dijo que se retuvieron las aportaciones al Servicio Médico a petición de los dos sindicatos por la pésima calidad, la falta de medicamentos y personal, y además que la Narro no debe nada. En la Rectoría de la UAdeC les dijeron que la universidad está al corriente en los pagos, que heredaron la deuda, pero que están dispuestos a apoyarlos, mas no se comprometieron a pagar. Bla, bla, bla, demagogia y retórica. Esta semana los maestros del plantón iniciaron ayunos de 12 horas al día, tres días de la semana, hoy es el segundo. 

En Torreón, MARS advirtió esta semana que “la gente merece respeto y que los proyectos no se paran, por lo que las dependencias se deben ir actualizando”, ahí presentó el pasado lunes la tarjeta “Te Echamos la Mano”; ¿y luego?, las dependencias magisteriales, las clínicas, la Dipetre no son dignas de ese “respeto”, por qué las discrimina, las segrega y las margina, ¿por qué esa violencia institucional hacia el magisterio? 

Como bien le dijo la maestra Heiddy Hebelu Mata: “Gobernador, asuma su responsabilidad social, constitucional y jurídica. Ya basta de mentiras y que su discurso y los hechos no sean congruentes”. (El Siglo de Torreón). ¿Más claro?

Rosa Esther Beltrán Enríquez
Horizonte ciudadano