¡Gracias, 2019!: Un año de movilización feminista
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Contrario a lo que muchxs piensan, los movimientos feministas no son una moda ni algo nuevo. Nacieron mucho tiempo atrás, cuando las mujeres empezaron a percibir la condición desigual que viven frente a los demás y comenzaron a luchar por reivindicar la igualdad en diversos ámbitos.
De esta forma, han sido las luchas de las mujeres las que hoy nos permiten a todas gozar de muchos derechos que en el pasado nos fueron negados. El derecho al voto, el acceso a la educación o al trabajo son algunas de las demandas que dieron origen a las primeras luchas feministas. Así, a lo largo de la historia, se han registrado diversas movilizaciones de las mujeres exigiendo sus derechos.
Hoy en día, en cambio, es muy común escuchar que los movimientos feministas ya no son necesarios. Estos son constantemente desestimados en virtud de la idea errónea de que el problema de la igualdad ya se encuentra resuelto. Sin embargo, esta postura equivocada, que descalifica la lucha por una igualdad real, nace de la invisibilización de los problemas a los que se enfrentan las mujeres.
Es así como, ante la resistencia de una sociedad con visión androcéntrica y patriarcal, se desencadenó durante el 2019 una imparable y fuerte movilización feminista cuya finalidad es reconocer y resolver las problemáticas que afectan directamente a mujeres y niñas.
Durante el año, vivimos un movimiento feminista reforzado, en donde las mujeres, unidas y organizadas con una agenda clara, demandaron en México y en diversas partes del mundo la solución a varias problemáticas que por mucho tiempo fueron invisibilizadas: feminicidio, violación, acoso y hostigamiento sexual, falta de derechos sexuales y reproductivos, y brecha salarial.
Así, uno de los momentos más importantes para el feminismo en México fue la Marea verde, movimiento que inició en Argentina y llegó a nuestro país para pedir aborto legal, seguro y gratuito. Bajo las consignas “Será ley” y “La maternidad será deseada o no será”, entre otras, miles de mujeres se manifestaron en el país exigiendo el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Como resultado, Oaxaca se convirtió en la segunda entidad de nuestro país en permitir la interrupción legal del embarazo antes de las doce semanas de gestación.
Además, el resurgimiento del movimiento “Me Too” sucedió con fuerza en las redes sociales. Bajo dicha consigna, las mujeres siguieron denunciando acoso, abuso, y violaciones sexuales por parte de sus jefes, maestros, artistas, músicos, escritores, académicos, entre otros. De esta forma, cientos de mujeres dejaron su testimonio de la violencia que vivieron.
También, la diamantina rosa, el glitter, se convirtió en un significativo símbolo de lucha feminista de las mujeres mexicanas, quienes la utilizaron en manifestaciones para aludir a como las autoridades “brillan por su ausencia” al atender casos de violencia contra la mujer. De igual forma, se utilizó como reclamo a los casos de violación a mujeres por parte de las fuerzas policiales y militares, englobadas bajo el movimiento #NoMeCuidanMeViolan.
Y para finalizar el año, las mexicanas se unieron a la lucha contra la violencia de género replicando el performance creado por mujeres chilenas llamado “Un violador en tu camino”. “El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que ya ves” es el inicio de la canción que las mujeres utilizaron para reclamar un ya basta con la violencia de género.
Sin duda, el año 2019 marcó el inicio de una época histórica en donde el feminismo se posicionó como un fenómeno social que mueve a las masas. De esta forma, durante el año fueron muchas las personas que se sumaron al movimiento, pero sobre todo que finalmente reconocieron la importancia de luchar por obtener una igualdad real para todxs.
El reclamo, sin embargo, sigue vigente. Continuemos luchando en el 2020 por una transformación radical del mundo en el que vivimos: desaprendamos el patriarcado, eliminémoslo de la cultura, el amor, las leyes, la educación y las instituciones; visibilicemos y erradiquemos la violencia contra las mujeres; eliminemos nuestros micromachismos; aprendamos perspectiva de género y eduquemos con nuevas masculinidades.
Los movimientos feministas son una fuerza que difícilmente se podrá detener. A pesar de los falsos “argumentos” que descalifican la lucha, la indiferencia, y la resistencia, cada vez somos más alzando la voz y luchando por un mundo más justo e igualitario.
Adriana Beatriz Salinas Cerrillo
Derechos Humanos S. XXI
La autora es asistente de investigación del Centro de Estudios Constitucionales Comparados de la Academia IDH.
Este texto es parte del proyecto de Derechos Humanos de VANGUARDIA y la Academia IDH
a.salinascerrillo@gmail.com
Twitter: @adriana_bsc