Halo
COMPARTIR
TEMAS
Halo
Haré el vacío y así han de disolverse
los actos de los otros, sin tocarme;
en esa aureola quiero refugiarme,
espejo donde nadie pueda verse.
Antes de urdirse, habrán de resolverse
los hechos: no podrán desconcertarme;
mi sombra no podrá defenestrarme
sin manifiesto riesgo de perderse.
Otros vendrán, a la hora de dormirme,
su patente necesidad de verme
quizá haga que mi sueño se deforme.
Empero, sostendré con pulso firme
el halo y aun con mi apariencia inerme,
proyectará mi sombra un cuerpo enorme.
Mariposa económica
La poesía es la recta vía laica
a la persona única, absoluta
en tantas apariencias disoluta,
infinitesimal como algebraica,
pues condensa la indignación mosaica
ante el becerro de oro, que es la ruta
hecha de digresiones del que muta
a cada pie de su canción trocaica.
Es el templo y el dogma al aire libre,
tan desinteresada y tan gratuita,
compleja a fuer de abstrusa transparencia.
No habrá becerro de oro que equilibre
mariposa más leve y más fortuita:
ella es la economía de la ciencia.
Mónada
Imperio de la posibilidad
y el accidente, el reino del samsara
otra persona acaso me depara,
como súbdito de la ubicuidad.
Envuelta en su impalpable autoridad,
toda máscara se disuelve en cara,
página en blanco el aire es y mampara
para el barroco de la vacuidad.
Para la monarquía de la burbuja
sobran los arco iris, los espejos,
soy mónada que ha abierto sus ventanas.
Asalto el mundo, vengo desde lejos
y en la apariencia que me sobrepuja
me hago sólido. Mundo, tú me ganas.