¿Homeschooling o home office? Ser padre, empleado y maestro
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Este lunes recibí el siguiente correo electrónico: “Maestro, quiero que me ayude. Yo trabajo desde mi casa en home office. Mis hijos tienen una gran cantidad de actividades y tareas en casa porque sus maestros quieren que trabajen en línea (homeschooling) para que no se retrasen. Mi marido dice que tiene mucho trabajo y no puede ayudarles. ¿Qué hago? ¿Cumplo con mi trabajo o con las tareas de mis hijos? Gracias por su tiempo y consejos”.
Muchas mujeres realizan una gran cantidad de roles como mamás, esposas, profesionistas y ahora necesitan además ser maestras. Entiendo que en esta pandemia muchas escuelas han preparado material académico a sus alumnos para ser aprendido y realizado en sus hogares. Entiendo que es muy importante la colaboración de los padres en la observación y supervisión de las tareas escolares de sus hijos, pero una cosa es apoyar y otra muy diferente es ser la profesora o profesor de sus hijos.
Claro que los padres pueden enseñar algunos contenidos y habilidades académicas, pero no es su profesión, carecen del conocimiento del contenido escolar o no tienen las herramientas didácticas mínimas para un aprendizaje significativo. Muchos padres se sienten estresados porque necesitan cumplir con sus responsabilidades laborales y domésticas, y en estas semanas se han presionado en el aprendizaje académico de sus hijos. Mi primera reacción es: los padres son responsables en la supervisión y proporcionar los medios óptimos para que sus hijos realicen sus actividades escolares, pero no son sus maestros. Los padres tienen la responsabilidad de la crianza, cuidado, amor y manutención, pero no de la instrucción de las diferentes materias como español, matemáticas, ciencias naturales o sociales, etc.
Quiero ser claro y no se malentiendan mis postulados anteriores: No estoy diciendo que las escuelas no proporcionen actividades a sus alumnos, pero deben buscar estrategias de enseñanzas digitales para que los chicos tengan un aprendizaje con comprensión, y no dejar a los padres la responsabilidad de ser maestros. El compromiso de los papás es crear ambientes propicios para que los chicos realicen sus tareas, implementar horarios óptimos para dormir, despertar, comer, jugar, convivir y descansar para facilitar el tiempo de aprendizaje y cumplimiento de sus tareas escolares, cumplir con sus responsabilidades parentales y profesionales para que en el hogar no falte amor, comunicación, orden doméstico y un ingreso económico para que no falte lo esencial en la casa.
He recibido decenas de correos electrónicos manifestando preocupación de los padres de familia por la pobre asimilación y comprensión del material proporcionado por los maestros, e invierten mucho tiempo en YouTube o en internet para encontrar lecciones para que entiendan y realicen sus tareas. Otros comentan que primero ellos deben aprender la lección para poderla explicar. Esto provoca mayor cansancio y estrés, ya que no tienen tiempo para cumplir sus otras responsabilidades. Uno de los objetivos más importantes de la escuela es formar estudiantes independientes y capaces del autoaprendizaje. Debemos centrar nuestros esfuerzos didácticos en que los muchachos adquieran las habilidades más importantes del autoaprendizaje como son la lectura de comprensión, automatización básica aritmética, cálculo mental, razonamiento matemático, metodología elemental para investigar, capacidades de analizar y sintetizar, habilidad para plasmar fluida y correctamente sus ideas en forma escrita, y las habilidades ejecutivas como inicio de tarea, manejo del aburrimiento, persistencia a pesar de las dificultades, concentración y atención, metas a mediano y largo plazo y control emocional.