Jorge Zermeño, alcalde de Torreón, y los africanos del ataúd
COMPARTIR
TEMAS
Conversación de WhatsApp.
Panista resentido (PR): ¿Has visto el meme de “los 6 negros (sic) bien trajeados, con lentes de sol, gran ritmo y sentido del equilibrio para mantener un ataúd sobre sus hombros”?
Yo: Sí.
PR: Pues te sorprenderá saber que uno de ellos es Jorge Zermeño quien, en una ocurrencia más, como cuando un 14 de febrero se disfrazó de rockero de los 50, esta vez embetunó su rostro de negro.
Yo: ¡No jodas! ¿Por qué se hizo pasar por africano en pleno festejo de muerte?
PR: Porque alguien muy cercano a Jorge le dijo: “como ya te opusiste con esa firmeza tan adorable (tan tuya) a los protocolos de movilidad y aislamiento dictados por el gobierno estatal por la emergencia sanitaria, ahora te toca burlarte de ellos con esa parte tan festiva (tan tuya)”.
Yo: ¡En la madre! Sí había notado un instinto rebelde en Zermeño desde siempre.
PR: Sin duda, Jorge es un rebelde sin causa de los años 50: se imagina a sí mismo con cara de maloso, despeinado, con cigarro en la comisura de sus labios, vestido de camiseta blanca, chamarra de cuero negra, pantalón de mezclilla entubado y botas de motociclista.
Yo: Jajaja. Sí, mientras suena en la rockola: “Hound Dog” con Elvis Presley. (perdón por perder mi objetividad de escribidor: Jorge me provocó).
PR: De ahí le viene su instinto de muerte al oponerse no sólo a los protocolos sanitarios dictados por el gobierno estatal, en esta ocasión, sino también a la política de seguridad pública implementada por las autoridades estatales.
Yo: ¡Ah, cabrón! Yo en mi ingenuidad pensaba que la oposición de Zermeño a Riquelme era política. Porque Jorge lucra de manera irresponsable y oportunista con las vidas de los torreonenses en los temas de salud y seguridad pública.
PR: No. Es su instinto de muerte y su pasión bohemia por José Alfredo Jiménez. De quién canta hasta la saciedad “Camino a Guanajuato” y en particular su estrofa que dice: “No vale nada la vida. La vida no vale nada”. Y a la cual, Jorge agregó: “No te rajes Torreón”.
Yo: ¡Ay hijodesu madre!
PR: Figúrate que Jorge, en el mejor estilo lopezobradorista, forzó el regreso “de mil 300 trabajadores municipales en plena fase 3 de la emergencia sanitaria”.
Yo: ¡No chingues!
PR: Con ese talante de rebelde sin causa de los 50, retó a la mismísima muerte –de él y sus trabajadores– porque recibió a cada uno de ellos en las puertas de la presidencia municipal y sin sana distancia, los saludó y les entregó gel antibacterial.
Yo: Mejor dicho, Jorge ve la pandemia y no se hinca.
PR: Jajaja. Igual y le valía madre porque tenía en la bolsa trasera de su pantalón la estampita de ¡Détente! (autografiada por AMLO).
Yo: También supe que recorrió sin Susana Distancia el mercado Alianza para repartir 2 mil cubrebocas entre los locatarios.
PR: Se la bañó.
Yo: ¿También se opuso a los filtros sanitarios en las entradas a Gómez Palacio, verdad?
PR: Sí, porque según él “los filtros sólo sirven para molestar, porque el virus no se contagia de carro a carro (sic)”.
Yo: ¿Cómo? Es una estrategia consensada entre los gobernadores de Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas que ha probado ser efectiva para reducir contagios.
PR: Exacto. Ahora si entiendes porque se embetunó la cara de negro para aparecer en el video de los negros (sic) cargando el ataúd.
Yo: Sí, de los africanos.
PR (sin escuchar): Bueno, de ese tamaño es el instinto de muerte de Zermeño. Le vale madre la gente. Es él y su vacío protagonismo. Nomás.
Yo: Me enteré que al tercer día del regreso de los trabajadores municipales, uno resultó positivo con el virus.
PR: Sí. ¿Te imaginas todas las personas con las cuales tuvo contacto en la Presidencia?
Yo: En la madre. ¿Es verdad que Jorge lo regresó a su casa y le prohibió dar declaraciones a la prensa?
PR: Sí, pero la noticia se filtró. Para entonces la esposa del trabajador ya estaba infectada.
Yo: ¿Qué hizo la Presidencia?
PR: Emitió un comunicado en el cual daba el nombre completo del infectado y violaba así su derecho a la privacidad.
Yo: ¡Increíble!
PR: ¡Pérate! Al día siguiente Jorge le prohibió a la Secretaría Estatal de Salud el acceso a la Presidencia para que realizará los trabajos pertinentes de sanitización.
Yo: ¡No me chingues! Zermeño resultó ser una combinación letal –con su actitud de rebelde de los años 50, su desarrollado instinto de muerte– y su valemadrismo por la gente.