Jubilado: significa júbilo (1era parte)

Politicón
/ 27 septiembre 2015
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Los inicios del disidente  movimiento magisterial, fueron unos de agravio y protesta, a mediados del siglo pasado los mentores iniciaban una aventura titánica al enfrentarse como agrupación al Gobierno establecido en los ámbitos federal y locales.


Aún cuando la base del SNTE se debe a su liga con el PRI, con el surgimiento de la disidencia magisterial de 1958 y los 70’s, el papel de los maestros organizados, se volvió esencial y participativo en los grandes movimientos sociales del siglo XX, hasta que fueron secuestrados por los gobiernos federales y estatales.


El Fondo de Pensiones Magisterial surgió en Coahuila luego de una protesta de los mentores organizada por personajes de la talla de: Felipe de Alba, Nicéforo Rodriguez, Emilia Hilario y Ruiz Higuera entre otros cientos, ante el Gobierno del General Raul Madero en 1961.


Los profesores obtuvieron no solamente el pago de sus quincenas atrasadas, sino un instrumento necesario para subsistir a la jubilación en un esquema de aportar por partes iguales el 2.5 % de su sueldo.


Para 1974 la aportación ya era de cinco por ciento los profes y 7.5 % el Gobierno, luego entre 1981 a 2001, los mentores  entregaban el cinco por ciento de sueldo y el Gobierno de Coahuila el 20%, para llegar al arrase en nuestros días en el que mentores aportan el ocho por ciento de sueldo más seis por ciento de prestaciones (total  11 %) y el Gobernador el 20%.


¿A qué se debió que durante 20 años (81-01) se haya dejado intacta la aportación magisterial y sola aumentada la gubernamental?


Los profesores, leeran necesarios a la nomenclatura en el poder para subsistir, en los tiempos aquellos de los sindicatos corporativos, el clientelismo y el naciente hartazgo de la gente, por ende era vital que el profesorado y otros sectores, estuvieran quietos y cooperando.


La administración de las pensiones fue otorgada al SNTE en su sección 38 y  a la camarilla del secretario general en turno, quien normalmente era nominado desde la posición estratégica de quien controlara las pensiones. De esa manera, el Gobierno entregaba los dineros, sin injerencia alguna en la forma en que se gastaran, con tal de tener contenta a la cueva de bandidos en la que se estaba convirtiendo la nomenclatura sindical.


Las historias de profes que habían llegado a la administración como propietarios de bochitos desvencijados, y nisanes abollados, viviendo en casas modestas y apenas con lo necesario para subsistir y que al terminar  el encargo, se convertían en dueños de lujosas camionetas y residencias enormes pero de mal gusto, se comentaban en los pasillos del edificio sindical por la  calle Acuña y del Palacio Rosa. 
El Fondo de Pensiones, según estudio elaborado en 1986, gozaba de salud financiera y estaba garantizado con el esquema de  cinco por ciento aportado por profes y 20 % de Gobierno hasta 2015.


El estudio desafortunadamente no contó con que verdaderos delincuentes sin escrúpulos, echaran mano de los fondos de jubilación, para saciar sus instintos de abandono paternal y complejos de inferioridad, a través de la compra de inmuebles, autos, viajes y viejas. Al fin de cuentas: dinero, mata todo, menos al buen gusto.


Se tiene memoria que  en 1993, un líder sindical, fue llamado a Palacio Rosa, a fin de dar cuentas del saqueo y que se salvó de la cárcel ante la intervención de, la hoy interna de penal, Elba Esther Gordillo. ¿La visitará el tipo?


La intención del Gobernador Moreira de modificar la ley que rige las pensiones magisteriales a través de su propuesta, es subsanar una situación financiera temporal a fin de recuperar al gremio en las elecciones de 2017 y al mismo tiempo,  encontrar la excusa perfecta para echar una cortina de humo a la deuda de Coahuila, argumentando falsamente, que ésta es menor que el boquete en el Dipetre, todo ello a través del aumento a la edad jubilatoria y la aportación de los mentores.


¿No sería mejor reformar desde el origen y dar el control del fondo a quien lo administre con honestidad?, ¿usted cree que con un sueldo de profesor: Carlos Armendáriz pudiera hacerse del paraíso vacacional que tiene en la sierra de Arteaga, o Alejandro Campos de la colección de autos clásicos o Carlos Moreira de la residencia de 2 mil 707 metros cuadrados en el lote 22 de la manzana 8 en Lomas de Lourdes o los innumerables terrenos en Acuña de Amancio Núñez Limón?  Despierta Coahuila, despierten profesores, ya es hora.

 

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