Oxímoron (sextina)
COMPARTIR
TEMAS
Oxímoron (sextina)
Formas que sólo existen en la página
–no hay sitio más ficticio que este sitio–,
donde es una combinatoria el tiempo
reformulando siempre el mismo
oxímoron:
el ebrio reducido por la mitra
y el elástico paso de la Virgen.
Cuanto dice la boca de la Virgen
murmura en el silencio de la página;
sus ojos son diamantes de la mitra,
bajo su imperio todo tiene un sitio,
cuerpo y alma serán así el oxímoron
que hace posible el tránsito del tiempo.
Es un ocioso laberinto el tiempo
de tiempos simultáneos, y la Virgen
–son palabra y silencio el otro
oxímoron–
instaura su pagoda en esta página,
los astros al girar cambian de sitio,
es motor del azar la dicha mitra.
Figuras del tarot, bajo la mitra
se despliegan en el carril del tiempo
–dormido el ebrio aún guarda su sitio–
y sufren los aspectos de la Virgen,
que mengua la blancura de la página
con la escritura, su postrero
oxímoron.
Cual negación negada, así el
oxímoron
visto por fuera no es más que la
mitra,
así como la Virgen es la página
en las combinaciones que obra el tiempo,
y la página el sitio de la Virgen
que deletrea el viento en cualquier sitio.
El bar es la raíz, raíz el sitio
del bebedor, espejo fue su oxímoron,
la mesera una prohibida Virgen,
el cantinero, obispo con su mitra:
fenómenos que no concreta el tiempo
sino sobre la arena de la página.
Exploro la memoria de la página,
ya sólo bebo en tan abstracto sitio
y siento la putrefacción del tiempo,
sobriedad y ebriedad son otro
oxímoron,
la lucidez es la dudosa mitra
que disipó la imagen de la Virgen.
El olvido es sustancia de la Virgen,
su cuerpo es la blancura de la página
absuelta por la sombra de la mitra;
aunque todo suceso tuvo sitio,
la memoria que olvida es un
oxímoron
transformándose en la ebriedad del tiempo.
La taberna se torna morgue a tiempo,
continuos adulterios de la Virgen
–sexo y alcohol, el más ímprobo
oxímoron–
escriben su novela de una página,
y florece un harem en poco sitio,
que merma la potencia de la mitra.
Trastabillando asciende y es la mitra
la llave que abre y que clausura el tiempo,
todo bar es sagrado como el sitio
do encarna la descuartizada Virgen,
treinta años asediada hasta la página
con la que trazo ahora el vero
oxímoron.
La mortal ambrosía es el oxímoron
que reparte el hisopo de la mitra;
el castillo de naipes de la página
pone a girar los emblemas del tiempo
y me señala el Santo Grial la Virgen:
el aquí y el ahora eran su sitio.
El pasado me ha puesto trampa y sitio,
aguarda el porvenir con otro
oxímoron;
el presente es el reino de la Virgen,
incinerándose gira la mitra,
ceniza es, sombra del agua el tiempo:
sopla su polvo unánime en la página.
El bar así es la página y el sitio
donde resuelve el tiempo tanto
oxímoron:
veo la mitra en las sienes de la Virgen.
(Mictlán, Coahuila, domingo
8 - martes 10 de abril de 2018)