Perra brava

Politicón
/ 27 agosto 2017

El balance de daños de la gestión de Trump puede ser catastrófico para los intereses de EU en el mundo

Alejandro dávilaApenas finalizada la primera ronda de las renegociaciones del TLCAN, Trump se trasladó a Phoenix Arizona para pronunciar uno de los ardorosos discursos a los que nos tiene acostumbrados. Además de amenazar con paralizar al Gobierno norteamericano en caso de no obtener financiamiento para la construcción del muro fronterizo, se tornó en pitonisa y externó sus malos augurios sobre el resultado de las negociaciones en curso y blandió, como espada de Damocles, la amenaza de abandono del tratado por parte de los EU.  

Como en la fábula del pastor, a fuerza de alertar sobre la presencia del lobo, sus dichos han caído en el descrédito y los mercados permanecieron prácticamente inalterados ante una alocución presidencial que, en tiempos normales, habría incendiado vorazmente la pradera. Para nuestra desventura, como en la parábola referida, el lobo puede finalmente aparecerse y producir serios daños en la majada.

La pregunta clave es si el agente naranja tiene el mandato para, mediante un decreto ejecutivo, invocar el artículo 2205 del TLCAN. ¿Qué es lo que se establece en el mismo? Literalmente lo siguiente: “Una Parte (se refiere a cualquiera de los tres países firmantes) podrá denunciar (para efectos prácticos, significa dar por terminada su participación en el TLCAN) este Tratado seis meses después de notificar por escrito a las otras Partes su intención de hacerlo. Cuando una Parte lo haya denunciado, el Tratado permanecerá en vigor para las otras Partes”.

¿El Presidente de los EU tiene la facultad de denunciar el TLCAN mediante la expedición de un decreto sin la aprobación del Legislativo? Se trata de una pregunta clave en las circunstancias actuales.

Decidí consultar el asunto con un Colega de los EU, experto en temas de comercio internacional. Su respuesta me pareció particularmente interesante. Lo primero que me aclaró fue que para la legislación norteamericana el TLCAN es en realidad un ALC (Acuerdo de Libre Comercio), pues fue aprobado por la Cámara de Diputados pero no por la de Senadores. Dado lo anterior, la opinión legal sobre este asunto está dividida: algunos consideran que el decreto ejecutivo es suficiente, en tanto otros estiman que debe ser aprobado por el Congreso (es decir, por ambas cámaras).

Conociendo los modos del titular de la oficina oval, en caso de tomar la decisión de abandonar el tratado, seguramente lo hará mediante la expedición de un decreto ejecutivo. De haber reacción por parte de los sectores afectados en los EU, probablemente veamos surgir en ese país una nueva controversia legal, en este caso, relativa a un asunto de importancia vital para México.

La gestión de Trump ha sido errática, accidentada y con magros resultados. No sólo se ha confrontado con líderes de países de diferentes regiones del mundo, sino con políticos de su propio partido, desde donde empiezan a surgir voces discordantes con los procederes del agente naranja. No obstante, conserva el apoyo incondicional de poco más de un tercio del electorado, al cual van dirigidos sus irascibles mensajes. En tanto mantenga este activo de su lado, conservará una importante carta de negociación al interior de su partido y, tal como lo hizo en Phoenix, movilizará a sus simpatizantes en contra de legisladores republicanos que han osado oponerse a su agenda.

El balance de daños de la gestión de Trump puede ser catastrófico para los intereses estratégicos de los EU en el mundo. Seguramente hay sectores de la élite de ese país profundamente preocupados por lo anterior. Raymundo Riva Palacio publicó el viernes una columna titulada: “Golpe de Estado en la Casa Blanca”, en la cual relata la importancia de un grupo de militares y exmilitares conservadores (Halcones) en posiciones claves tradicionalmente desempeñadas por civiles (Secretarios del Gabinete, de Seguridad, de Defensa, de Energía, del Interior, Procurador General, Consejero de Seguridad Nacional y Directores de la CIA y de la Oficina Federal de Prisiones). 

Como lo consigna Riva Palacio, los “Halcones”, tradicionalmente temidos por sus actitudes conservadoras e intransigentes, son ahora vistos como el sector más sensato del Gobierno en los EU. De tornarse insostenible la permanencia de Trump en la Casa Blanca para las élites en los EU, este sector será clave para operar su salida y reemplazo.

En cuanto al irascible Presidente de los EU, bien podemos aplicarle nuestro viejo adagio popular: “Cómo estará la perra de brava que hasta a los de casa muerde”. 

adavila_mx@yahoo.com.mx

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