Tres consejos para cambiar tu vida...
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ESTIMADA ANA:
Llevo casi un año con un chico estupendo. Valoro muchísimo su entrega a los demás, su lucha por combatir las adversidades de la vida, su honestidad. Me da mi espacio, me respeta, me llama y me dice que me quiere a diario.
Ahora viene el problema. Los primeros 6 meses fueron estupendos (como en toda relación), además trabajamos juntos y siempre había un hueco para vernos unos minutos y a cada rato me decía algo romántico por whatsapp.
Desde septiembre tiene un nuevo puesto que le apasiona a la vez que agobia, porque es algo con mucha responsabilidad. Hemos hablado de que ya no podemos hablar tanto como antes, algo que yo acepto, pero es que además casi no nos vemos los fines de semana.
A veces trabaja también el fin de semana y es aquí cuando surge el primer problema: nos falta tiempo de estar juntos. Ya nunca sale de él invitarme a tomar un café entre semana y casi nunca me hace sentir que tenga ganas de verme. Las veces que yo le he propuesto algo después de trabajar me pone una nueva excusa. Y en el trabajo nos saludamos como compañeros de trabajo para ser formales.
La semana pasada hablé con él claramente diciéndole lo que necesitaba, él dice que me lo va a dar pero que deje de presionarlo y que sea paciente o lo agobiaré. Dice que sólo le veo defectos. Llevo desde septiembre con paciencia y yo también soy una persona muy ocupada, pero siento que puedo sacar tiempo de debajo de las piedras por él. He decidido ser más paciente, aceptar que no somos todos iguales y esperar a ver si sale de él cambiar un poco. Pero en mi interior no estoy aún a gusto y no lo estoy desde entonces. Sé que tengo que aceptarlo tal y como es, pero también creo que no estoy exigiendo gran cosa.
Las palabras de amor cada vez más brillan por su ausencia y me late que no va a ser una racha, que él es así. No sé si ignorarlo para que vea que no me tiene a su disposición o de verdad esperar un cambio y ser yo como siempre.
Lidia
ESTIMADA LILIA:
La comunicación es vital en cualquier relación y creo que justo por allí deberían de comenzar. Me da la impresión que no se han conocido lo suficiente, que seis meses son muy pocos para conocer a alguien realmente. ¿Quién te dice que esa es su verdadera personalidad y que contra eso no podrás hacer nada?
¿O tal vez realmente haya cambiado debido a su nuevo puesto o porque haya conocido a alguien más y solo estás perdiendo el tiempo? La respuesta a estas preguntas solo las podrás resolver tu, después de hablar con él. Ojalá que sea lo más pronto posible y logren llegar a algo, cualquiera que sea el camino.
ANA
Estimados lectores, hoy les comparto un texto que me hizo reflexionar mucho. El autor considera que son dos consejos que cambiarán radicalmente nuestras vidas y la forma en que las vivimos. Espero que también sea de su agrado, les dejo un enorme abrazo y nos leemos de nuevo el lunes.
Asúmete solo. Nacemos y morimos solos, así entonces, disfruta de cualquier compañía y mientras dure, no podrás nunca encadenar a nadie a tu vida, ni a tus padres, ni a tu pareja, ni a tus hijos, cada quien transitará solo su camino y solo es responsable del mismo, eso no implica que seas egoísta, pero no podrás salvar a nadie que no lo quiera y la mejor manera de intentarlo es mostrando y compartiendo, como una vela encendida, que no podrá iluminar los caminos ajenos, pero su flama si puede servir para que otras velas tomen de ella.
Nadie tiene por qué quererte. Y esto es muy importante, el cariño depende más de convivencia y empatía, que de vínculos familiares. Que alguien te quiera es un honor y te lo habrás ganado, pero no quererte es un derecho también, de cualquier alma, así como no lastimarte. L.T. Noriega