Una vez más, la CFE ofrece lanzar licitación de carbón

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Por enésima ocasión se ha anunciado que “está a punto” de publicarse la convocatoria para adquirir carbón a pequeños productores de Coahuila por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sería el próximo lunes, de acuerdo con el delegado del Gobierno Federal en Coahuila, Reyes Flores Hurtado, cuando se den a conocer las reglas del procedimiento.
Se ha aclarado, sin embargo, que las adquisiciones de mineral no se reanudarán de inmediato y que el lunes solamente se revelarán las bases para concretar las compras, mismas que tienen una fecha incierta.
De acuerdo con el gobernador Miguel Ángel Riquelme, si la paraestatal opta por lanzar una licitación, a quienes se les asigne el contrato podrían comenzar a recibir los primeros pagos hasta octubre o noviembre, es decir, hasta dentro de cuatro o cinco meses.
La pregunta obligada ante este panorama es si los pequeños productores de carbón pueden soportar cuatro o cinco meses más, luego de un muy prolongado periodo en el que su actividad ha disminuido prácticamente a cero, debido a la suspensión de pedidos por parte de CFE.
La situación en la Región Carbonífera es crítica y las noticias que llegan desde allá hablan de un clima de auténtica desesperación debido a que la economía gira en buena medida alrededor de la explotación carbonífera a pequeña escala.
A estas alturas resulta inentendible que, si existe la intención de adquirir carbón a los pequeños productores, los trámites burocráticos de CFE tomen tanto tiempo y se registren con tantos titubeos, lo que hace pensar más bien en que no se tiene la intención de reanudar este tipo de adquisiciones.
Conviene por ello preguntarse si la política que CFE ha seguido hasta ahora será la que mantendrá en los próximos años, es decir, si habrá de consolidarse la política de adquirir carbón mineral, para sus plantas de generación eléctrica, sólo a productores a gran escala.
Por otro parte resulta obligado insistir en que el uso de combustibles fósiles para la generación de energía es un mecanismo que tiene fecha de caducidad y por ello, al mismo tiempo que los gobiernos deben apoyar el que la economía de la Región Carbonífera se mantenga a flote hoy, deben hablarle con la verdad a sus habitantes: el carbón dejará de usarse como combustible mucho antes de que se hayan agotado las reservas del subsuelo.
¿Cuál es la ruta para la reconversión económica de la Región Carbonífera? ¿Cuántas alternativas se están analizando a fin de tener claros pros y contras de cada una de ellas? ¿Qué especialistas trabajan en prospectar el futuro de dicha región?
Se trata de preguntas que deberían tener una respuesta puntual hoy y no ser consideradas como hipótesis para un futuro improbable. Porque la Región Carbonífera tendrá que cambiar su vocación económica, aunque mantenga el nombre.
Obviar el análisis de los escenarios futuros para dicha región constituye un grave acto de irresponsabilidad para con las actuales y futuras generaciones de esa porción de Coahuila.