Propósitos y felicidad: Año Nuevo con sentido de vida

Opinión
/ 28 diciembre 2023

En el año 1942, Viktor Frankl, psiquiatra judío, fue arrestado y llevado a un campo de concentración Nazi con su esposa y padres. Tres años después logró su liberación, pero sus familiares, incluyendo su esposa embarazada, fueron ejecutados. En 1946 publicó su libro “El Hombre en Busca de Sentido”, describiendo sus años en los campos de concentración, y concluyó que la diferencia entre la esperanza de vivir y morir fue una cosa: “Tener sentido de vida”.

En su libro “El Hombre en Busca de Sentido” describió cómo los nazis le quitaron su libertad a él, a su familia y además, cómo sufrió maltratos inimaginables y lo único que lo salvó fue que jamás perdió la esperanza de vivir siempre con un sentido de vida.

Estamos en la antesala de un año nuevo y es hora de hacer los propósitos. Quizás el más común es tener un año lleno de prosperidad y felicidad. Pero una búsqueda de la felicidad sin un sentido verdadero y significativo se convierte en una vida vacía y egoísta en la cual se busca solamente satisfacer deseos y caprichos personales. Tener un sentido de vida invierte el sentido de felicidad hacia fuera y no solamente hacia adentro.

Cuando imparto conferencias a matrimonios y jóvenes en etapa de noviazgo siempre realizo la misma pregunta: “¿cuál es el objetivo de casarme? o ¿cuál es el motivo más importante para contraer matrimonio con mi pareja?”. Y la mayoría de las personas responden: “Para ser feliz”. Y les respondo: “Es un error. No me caso para ser feliz, sino para hacer feliz a la otra persona”. Este es uno de los motivos más importantes del fracaso, ya que deposito en el otro mi felicidad. En otras palabras, la mayoría busca que los hagan felices. Esta es una actitud pasiva de felicidad porque espero que el otro cumpla todas mis expectativas, pero al no lograrlas viene la decepción y rompimiento.

Los estudios nos indican que con una falsa felicidad se tiende a ver que la vida es fácil y que pueden comprar lo que deseen. En este contexto, la felicidad es definida solamente en el recibir y no en el dar. Un ejemplo claro de esto es un estudio realizado sobre las familias de hoy por Daniel Gilbert, psicólogo de la Universidad de Harvard. Tener hijos está asociado a un sentido de vida, ya que requiere sacrificio y entrega. Sin embargo, el estudio demuestra que los padres que interactúan con sus hijos son menos felices que cuando salen con los amigos, comen, se ejercitan o ven televisión. Tener sentido en la vida es primero ver al otro y luego a uno mismo.

Otro estudio que me llamó la atención fue realizado en la Universidad de Stanford y consistió en entregar billetes de 5 y 20 dólares a los estudiantes universitarios. A la semana se les cuestionó cómo destinaron el dinero. Muchos los gastaron en ellos mismos, otros lo guardaron, pero algunos más lo usaron para comprar cosas a sus amigos y familia. Adivinen quiénes se sintieron más felices. Los que se gastaron en ellos mismos tuvieron la calificación más baja en felicidad. En cambio, los que optaron en pensar por los demás se sintieron más plenos y con mayor felicidad de todo el grupo.

Tener sentido de vida requiere la actitud de compartir y dar a los demás lo mejor de nosotros mismos. En el dar está el recibir la plenitud y la felicidad. ¡Muy feliz Año Nuevo para todos!

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM