¿Qué hacer para que a todos nos vaya bien en el 2025?
Si todos hacemos lo que nos corresponde hacer y lo hacemos bien, estaremos asegurando la justicia en una sociedad tan injusta como en la que vivimos
Para hablar de lo ideal, Platón se pinta solo; es el idealista por antonomasia. En el libro IV de la “República” define la justicia como “hacer lo que le corresponde a cada uno, del modo más adecuado”. Si queremos en el 2025 un país con mejores condiciones para vivir, con un mínimo de igualdad y equidad, y donde tengamos una “vida buena”, es muy simple: cada uno, sin excepción, debe dedicarse a hacer lo que le corresponde hacer.
No requerimos hacer promesas, buenos deseos, dietas o cualquier otro tipo de alucinaciones de comienzo de año, que terminarán desapareciendo sin darnos cuenta y olvidando la palabra, simplemente –dado que la justicia tiene que ver con el orden, la belleza, la salud, la armonía y el equilibrio– hay que hacer lo que nos toca hacer. Y para aludir al principio de beneficencia, hay que hacerlo bien.
TE PUEDE INTERESAR: La Navidad no tiene derechos reservados
Y esto, por supuesto, en todas las dimensiones –política, económica, social, empresarial, religiosa, ecológica, deportiva, en fin–. Si queremos que nos vaya bien, no hay que complicárnosla mucho, sino sólo pensar en cuál es la esencia y la finalidad de nuestro rol social.
En esta sociedad mercantilizada, particularmente la nuestra, donde todo se determina a partir de la monetización, las cosas se han complicado porque no visualizamos qué sentido tiene la vida que vivimos y, sobre todo, cómo la vivimos. Compramos la idea de que todo se determina a partir de cuánto tienes y que eso en la ecuación determina cuánto vales. Nada más equivocado que eso, que ha traído como consecuencia todo tipo de situaciones porque lo único que tiene valor es lo constante y sonante.
Olvidamos –si es que algún día lo supimos– que se trata, como afirma el artículo 29 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de tener en cuenta que antes que cualquier otra cosa “toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad”. Su personalidad y la sociedad en la que vive teniendo en cuenta el llamado imperativo categórico, dado que el deber tiene que ver –según Kant en su “Metafísica de las Costumbres”– con el respeto activo a la ley, no por ella, sino por la felicidad que nos proporciona.
En ese sentido, si usted quiere que a México le vaya bien, cumpla con sus deberes, haga lo que le toca hacer y hágalo bien. Recuerde, moralmente, eso que usted debe de hacer, debe de estar en sintonía y armonía con quienes le rodean. La medida para saber si estoy haciendo las cosas correctamente son los otros.
Sin lugar a dudas. Está más que claro, si usted considera que los años anteriores han sido un reverendo fracaso en implementación de políticas públicas en los diferentes órdenes o bien en la estructura y círculo en el que usted se mueve –en lo público y en lo privado–, piense cómo ha realizado lo que le tocaba hacer o cuál ha sido el fin por el que las ha hecho. No se equivoque, si usted antepone a sus intereses sus convicciones, sus metas, sus ideales y sus valores, ahí sí viviremos en una mejor sociedad. Si no, no se queje porque todos somos responsables de lo que pasa a nuestro alrededor. Lo otro será simple y llanamente que andemos en lo de siempre, en eso que llamamos autoilusión complaciente.
El 2025, por tanto, no depende de nuestros buenos deseos o de nuestras buenas intenciones –de esas está empedrado el camino hacia el infierno–; depende de nuestra voluntad y determinación por hacer el bien.
Sus buenas intenciones, para que a México le vaya mejor en este año que casi comienza, depende –de entrada– de que pague sus impuestos, en que genere sinergia con sus vecinos, en que se sume a la dinámica de la colonia donde vive. Se trata de que por donde transita respete la dinámica vial, de que evite los sobornos, los fraudes, los conflictos de intereses, la corrupción, entre otras tantas cosas. Se trata de que se interese por lo público, se trata de que sume y no reste, de que multiplique y no divida.
Por supuesto, el 2024 –como año electoral– nos hizo estar ocupados en los candidatos, en los procesos, en la inseguridad, en la violencia, en los asesinatos, en el asentamiento de los nuevos gobiernos, las reformas, las inconsistencias del sector salud, las fake news, la polarización en los medios, el tomar partido y postura, entre otras tantas cosas, y poco hicimos. ¿Qué irá a pasar con el 2025?
TE PUEDE INTERESAR: Temores de fin e inicio de año: Mantener la esperanza
Sería bueno que acabara de entender que todo esto no depende tanto de los gobiernos, depende de usted. Ellos –los gobiernos municipales, estatales y federales– nos muestran, un día sí y otro también, que no pueden con la encomienda que tienen, que requieren de usted y de mí. El maridaje gobierno-sociedad civil es fundamental por estos tiempos.
La máxima platónica de la justicia –aunque idealista en exceso– nos puede asegurar, como usted dirá desde los primeros minutos del 2025, un feliz Año Nuevo. Si todos hacemos lo que nos corresponde hacer y lo hacemos bien, estaremos asegurando la justicia en una sociedad tan injusta como en la que vivimos, eso sería lo ideal. Una cosa es cierta, en el año que se aproxima, nadie va a hacer por usted lo que le corresponde hacer. Abrazo para todas y todos al comenzar este próximo año. Así las cosas.