¿Qué haría un especialista en educación si fuera gobernador de Coahuila?

Opinión
/ 1 mayo 2023

“Si yo fuera Gobernador” es un ejercicio donde especialistas lanzan propuestas y alternativas a los futuros gobernantes

La educación es la tarea más noble del ser humano, en ella ayudamos a las personas a construirse a sí mismas, a descubrir su rostro y forjar su corazón como pensaban los antiguos mexicanos, es la labor artesanal en la que una generación ayuda a la siguiente a construir los cimientos sobre los que edificarán sus vidas.

Nuestro país sufre y enfrenta problemas históricos, y si no comprendemos que es educando y educando bien que resolveremos los problemas, nada lograremos.

Traigo a la memoria la reflexión de don Justo Sierra, quien sabiamente decía: “Un niño no educado no puede ser un buen mexicano; la educación es elemental para llegar a su completo desarrollo”.

La mejor manera de cambiar en nuestro México es cambiando la educación. Nelson Mandela, hace unos años, le recordaba a la humanidad que: “la educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo”.

A pocos meses de terminar este sexenio, la educación del país nos sigue preocupando, lo decimos claramente, los resultados son insuficientes y desarticulados, la burocracia educativa parece una suma de micro procesos y esfuerzos macro desintegrados, y aún no observamos una estrategia integral ordenada para transformar la educación del país, es así como llegaremos al quinto informe del presidente López Obrador, donde es indudable que hará ostentación del documento del Plan de Estudios del Nuevo Modelo Educativo que dedica 212 páginas en una reforma al tema de la educación.

Hoy en día del total de recursos federales que se destinan a la educación, solo 16.8 de cada 100 pesos se invierten en educación, excluyendo los temas de deporte y cultura.

Es lamentable este dato comparándonos con otros países que invierten más en educación como lo son: Estados Unidos, China, Japón, Alemania y la República de Corea.

Como también lamento que: “Tengamos un régimen que, en lugar de ver el pasado como un lugar de referencia, lo convierte en un lugar de residencia. Y entonces empiezan a descalificar como si todo fuera neoliberal, como si fuera eurocéntrico, como si fuera conservador. Eso en ninguna parte del mundo se hace de manera seria”.

No podemos encontrar pretextos para explicar los pobres avances del sistema educativo nacional, cuentan con el apoyo de los partidos políticos, de toda la sociedad, tienen las herramientas, tienen recursos, pero no se han alcanzado los resultados deseables.

Vamos de reforma educativa en reforma educativa, de secretario de Educación en secretario de Educación, de plan de estudios en plan de estudios y nada de resultados positivos, al contrario, hace más complicado y riesgoso... hasta peligroso, el porvenir de la educación de los niños y jóvenes en nuestro país.

Reitero, hay una gran preocupación social por el camino que podría tomar la educación básica, en manos de personas con un alto nivel de ideologización, pero sin la suficiente formación estrictamente pedagógica.

Entre las noticias que han encendido focos rojos entre sectores de derecha está la de que la educación primaria pudiera ser presentada en los libros de texto bajo una nueva interpretación, que deje fuera supuestos rasgos “neoliberales”, para sustituirlos por otros más acordes a las izquierdas oficialistas.

“México es de los pocos países del mundo en donde el ministerio de Educación tiene el monopolio de los contenidos educativos de la educación básica y la educación normal”.

El Gobierno está obligado a hacer consultas, pero no las han hecho. “Y van de ocurrencia en ocurrencia” y lo más grave que ahora cuenta con funcionarios mexicanos, como Max Arriaga Navarro y extranjeros como Sady Arturo Loaiza Escalona, que en lugar de ver por la mejora de la educación, ven este tema como una oportunidad para la ideologización de las nuevas generaciones a través de la elaboración de los nuevos libros de texto.

Aunque sabemos que hay muchas necesidades en nuestro estado y nuestra región, es urgente colocar el tema de la EDUCACIÓN en primer lugar. Los coahuilenses y todo el país demandan que se plantee un modelo educativo integral y humanista, que eduque para ser capaces de aprender, que eduque para convivir, que eduque para transformar el país, que eduque para el bien común y que eduque a todos con calidad.

Queremos un modelo que, además de educar al intelecto, eduque al corazón, en palabras del doctor Pablo Latapí —de gratísima memoria—: “México confundió educación laica, con una educación carente de valores. Si la educación no incorpora valores, no forma a personas completas”.

Hoy más que nunca, en el marco del proceso electoral en Coahuila, exigimos a todos los candidatos que contienden para gobernador y diputados locales que en su agenda le den la prioridad que merece la EDUCACIÓN. Que comencemos de inmediato y abramos el diálogo y el debate, el tiempo se agota; la niñez y la juventud no esperan, como el tiempo... se van, y lo que no se haga ahora, tendrá consecuencias para todos y para siempre.

Llegar tarde no puede ser una razón para claudicar, al contrario, debe ser la motivación para apretar el paso y buscar llegar más lejos.

Vemos buen ánimo, algunas propuestas e intenciones en nuestros candidatos, pero buenas intenciones no son suficientes.

Pasar del silencio sin diálogo al reflector estéril, también sería peligroso. Escuchemos a las comunidades de aprendizaje, a los maestros, alumnos, padres de familia, directores, autoridades, es natural que ustedes le quieran dar un sello propio, esperemos que esa marca no se convierta en proximidad ficticia, donde mucho se escucha y poco se transforma.

Por eso la gran obra de la educación debe orientar todos los esfuerzos de los gobiernos, y debe de superar todas las barreras.

Finalmente, me duele mucho decirlo, pero en materia de educación el gobierno actual no está haciendo lo correcto, ni invirtiendo lo necesario, la población espera de sus gobiernos resultados y más resultados.

El gran mexicano Alfonso Reyes, lo entendía claramente: “Para marchar en línea recta no hay que mirarse a los pies, hay que mirar al frente”.

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