¿Quién gana?, ¿quién pierde?
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En condiciones normales la contabilidad de ganadores y perdedores se limitaría a partidos, candidatos y gobiernos. En las circunstancias actuales la atención debe centrarse en las condiciones de las elecciones por dos consideraciones: la embestida del presidente López Obrador y su partido contra las instituciones electorales y la creciente presencia del crimen organizado en los comicios.
A partir de este aspecto, se puede concluir que el ganador de la elección ha sido el Instituto Nacional Electoral. Así es porque pudo organizar las elecciones, conjuntamente con los órganos electorales estatales en orden, en condiciones de normalidad. Prácticamente la totalidad de las casillas se instalaron y funcionaron regularmente. Los incidentes fueron aislados y seguramente no habrá de comprometer los resultados en prácticamente todos los estados en contienda.
Tema para considerar conforme se tenga información definitiva, es el de la participación electoral y los votos, no sólo los triunfos, que obtuvieron los partidos políticos. La concurrencia a las urnas debe ser consistente con el precedente de hace seis años, asimismo, la valoración del desempeño de los partidos deberá tomar en cuenta las votaciones de hace seis años, las de 2018 y la intermedia de 2021. Para el caso de Morena deberán considerarse las cifras de la consulta de revocación de mandato.
El partido que más pierde es el PAN. Gobernaba Quintana Roo, Durango, Aguascalientes y Tamaulipas. Perdió Durango al designar un candidato claramente alineado al PRI, aunque el PAN también lo haya postulado. Ya en las urnas pierden Quintana Roo y Tamaulipas. El PRI también es un claro perdedor al perder Oaxaca e Hidalgo. Ganar Durango es importante en el sentido de romper con el maleficio de derrotas en elecciones de gobernador. Por cierto, los dos últimos triunfos fueron en Coahuila y Estado de México, elecciones para el próximo año.
El partido que más gana es Morena. No gobernaba ninguno de los seis estados en disputa y ahora se lleva cuatro de seis. Sobreexponer el triunfalismo tiene sus efectos. A Morena le está sucediendo lo mismo que al PRI cuando todo ganaba. Perder Aguascalientes y Durango dan una suerte de derrota.
En cuatro de las seis entidades hay alternancia, si se considera que el PAN ganó Durango, supuesto discutible por decir lo menos. Esto quiere decir que el voto del descontento es lo que prevalece. También el que varios gobernadores actuaron de manera funcional al Presidente de la República, especialmente Carlos Joaquín en Quintana Roo y Alejandro Murat en Oaxaca. No fue el caso de Omar Fayad en Hidalgo ya que la candidata fue una imposición del coordinador de los diputados priistas, Rubén Moreira en colusión con el dirigente del tricolor, Alejandro Moreno y el del PAN, Marko Cortés.
Se ha cuestionado que si las elecciones de este domingo marcan tendencia de lo que habría de ocurrir en las elecciones del próximo año y especialmente las presidenciales de 2024. No es el caso. Los seis estados suman poco más de 11 por ciento de los ciudadanos de todo el país, además de no ser representativas del conjunto del país. Debe considerarse que lo particular de los comicios de 2021 fue que Morena perdió todas las zonas metropolitanas. Las elecciones de Estado de México y Coahuila tendrán una dinámica propia y para el primero lo más relevante es si la coalición PAN, PRI y PRD habrá de mantenerse. Como tal, no es difícil que Morena sea derrotado en ambas entidades, justo el año previo a la elección presidencial y a meses de la selección de candidatos presidenciales.
El asunto más relevante para la prospectiva electoral es la manera como Movimiento Ciudadano habrá de tomar los resultados y si esto influirá en su decisión de formar parte de una gran coalición opositora. En tales condiciones y particularmente por contar este partido con el prospecto de candidato presidencial opositor con mayor intención de voto, Luis Donaldo Colosio, el escenario que se perfilaría para 2024 sería una nueva alternancia en la Presidencia de la República y el regreso de la pluralidad al Congreso y a los gobiernos locales y municipales.
