¿Quiénes son los dueños del campo? II
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Desde hace años escuchamos a los campesinos pedir por apoyos al campo, reclamar por créditos, precios de garantía, soporte
en la comercialización, equipamiento, entre otras peticiones.
Esos gritos de apoyo deben retumbar más cuando uno analiza los apoyos federales al campo en la región Laguna, lugar de la cuenca lechera más importante del País.
El lunes pasado publicamos en Semanario la segunda parte del especial Agrodesplazados: los costos de la cuenca lechera. Esta segunda entrega enfatiza en cómo los mismos agroempresarios que concentran las concesiones de agua y la explotación de tierras, acaparan también los programas federales de apoyo al campo.
Se investigaron las listas históricas de beneficiarios de cuatro programas federales para el campo: Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO), Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), el Procampo y el Proagro; a través de una sistematización de bases de datos se encontró que 15 familias y sus empresas lecheras han concentrado 11.5 de cada 100 pesos de esos programas.
Es decir, esas 15 familias han recibido más de 213 millones de pesos que provienen de los impuestos que todos pagamos. Y es dinero que se utiliza para financiar una actividad agrícola-agropecuaria intensiva que repercute en la sobreexplotación del acuífero y la contaminación con arsénico del agua.
Y así, si ampliamos la muestra, la cifra crece. Lo que es una realidad es que es un grupo reducido que ha acaparado el campo en todas sus facetas, mientras que el productor social batalla por todos lados.
¿Quiénes son esas familias? Tricio, López Negrete, Córdoba Herrero, Herrera, Gilio, Galindo, Fernández Soberón, Armendáriz García, Martín Bringas, Macías Reynoso, Rivero Rodríguez, San Sebastián, Espada, García Lesprón, Padilla Martínez y otras.
Los dueños del campo en la Laguna son los dueños de la tierra, el agua y los principales recursos de programas de gobierno. Es un poder fuerte. Quien controla las tierras y el agua, controla otros recursos asociados y consolida formas de acceso a la riqueza y al poder.
Por eso el Programa de Justicia Agraria prefiere llamar “control de tierras” que acaparamiento, pues así se examina quién se beneficia y quién sale perjudicado de esos acuerdos. La respuesta es clara en La Laguna.
AL TIRO
Para darnos una idea de la dimensión de los acaparamientos de los programas federales del campo, en 2022, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) entregó 46.8 millones de pesos a 6 mil 339 productores beneficiarios de Coahuila como parte del Programa Producción para el Bienestar, el programa del campo del actual gobierno.
Esa cantidad representa un apoyo de menos de 8 mil pesos por productor.
Para la región Laguna, entre el 2019 y el 2021 se entregaron como parte del mismo programa casi 78 millones de pesos a un total de beneficiarios entre los 4 mil 130, que fue la cifra más baja en 2021, hasta los 4 mil 444 en 2020.
Mientras que en 2020 el promedio de recurso entregado a los beneficiarios en La Laguna fue de 5 mil 800 pesos, en 2021 fue de 7 mil 107 pesos.
Cualquiera de las dos cantidades siguen siendo muy bajas si se comparan con los grandes apoyos que han recibido los dueños del campo en La Laguna.