Resistencia y reminiscencia

Opinión
/ 17 agosto 2021

Águila y serpiente devorada o agresiva serpiente emplumada.

Quetzalcóatl en actitud de mordisco. No caída, sino exaltación de la emblemática ciudad lacustre. Cinco centurias en reminiscencia ahora de memoria indígena.

¿Conquista o invasión? ¿Hazaña heroica o prolongada dominación inhumana? “Cae” Tenochtitlán como después “caerá” la Nueva España.

El mestizaje inunda el subcontinente americano con la unidad de tierra, raza, historia, cultura, lengua y fe. Nucleaciones étnicas esparcidas en todos los rumbos indo-ibéricos impiden que se pierda lo que ha querido destruirse o sustituirse.

En pugna las visiones de leyenda dorada y de crueldad invasora. Discriminación hispánica o denuncia indígena siguen proyectando luces y sombras en la pantalla narrativa en que se ve la espada y la cruz, el misionero y el colonizador, la sangre de masacres y opresión narradas por Bartolomé de las Casas y las letras universitarias y el genio creador de artesanías de Vasco de Quiroga.

Unidad de lo diverso y de lo contrario va superando las etapas de satanizaciones y sacralizaciones. Se une lo que se arrastra y lo que vuela, el sometimiento y la evangelización.

Danza paradójica de heroísmo y de inhumanidad, de acometida sanguinaria y de evangelización liberadora. Trenza femenina de Malinche, de Corregidora y de Guadalupe.

Y seguirán las proezas del espíritu y la cuantiosa serie de traiciones salpicando lo egregio con lo condenable. La madurez generacional contemporánea se va abriendo a la verdad que enorgullece y a la que decepciona.

Va entendiendo que la mayor grandeza es la aceptación de las ambivalencias y los contrastes. Va comprendiendo que la línea que divide lo sublime y lo indigno no pasa entre los grupos humanos, sino por el centro del corazón de cada ser humano.

Hay españoles admirables e indígenas inolvidables. Por las venas de la mayoría de los habitantes de estas tierras corre sangre ibérica y sangre azteca o tlaxcalteca, otomí o zapoteca, tarasca o chichimeca... Y hay nombres y lenguas de ambas raíces y comunidades no sólo resistentes, sino con cinco centurias de reminiscencias valiosas, regaladas a la humanidad como patrimonio de belleza, fuerza y sabiduría...

TSUNAMI DELTA

Le llaman tercera ola.

Es una inflación estadística en aumento.

Hay medidas de precaución, hay diversas vacunas, hay sanas distancias y mascarillas.

Lo que falta es perfeccionar las terapias y encontrar el medicamento destructor, aniquilador o inutilizador que impida al virus su reproducción. Ya hay ensayos prometedores...

CERRAR FRONTERAS

Lo resienten los dos países.

Las dejan entrecerradas para que transite lo indispensable. Pero no pueden ambas partes quedarse con lo mínimo.

Vacunas regaladas especiales y seleccionadas para la zona fronteriza. No quieren que la apertura completa deje pasar virulencias pandémicas.

Las fronteras internas más difíciles de cerrar totalmente son las que separan la honestidad de la corrupción, el crimen de la impunidad, el despilfarro de la austeridad, la igualdad del acaparamiento, la discriminación de la fraternidad.

Son fronteras de intimidad asentadas en la conciencia ciudadana, algunas veces cauterizada y otras contaminada. La deportación más urgente es la que expulse las malignidades y quede aquí, bien asentada, la buena voluntad como mayoría victoriosa...

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM