Señor Presidente,
¡sí con la Sociedad Civil!

Opinión
/ 20 octubre 2021

Esta semana, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó modificaciones en materia fiscal para el ejercicio 2022. Sin mayor discusión, los diputados avalaron la propuesta enviada por el Ejecutivo y la turnaron al pleno, donde la mayoría compuesta por Morena, PT y Verde, también la aprobó.

Una de esas reformas compromete terriblemente la operación de muchas asociaciones civiles, ya que el Ejecutivo propuso que el porcentaje deducible en donativos individuales a donatarias autorizadas, que hoy es de 7 por ciento, se integraría al límite fiscal del 15 por ciento total de deducciones para personas físicas.

Dicho de otra forma, actualmente una persona física puede realizar sus deducciones personales de la siguiente forma: un 7 por ciento en donativos para organizaciones sin fines de lucro, un 10 por ciento en aportaciones complementarias de retiro y un 15 por ciento en gastos médicos, funerarios, intereses de créditos hipotecarios.

Lo que se aprobó es que, a partir de enero, las personas físicas sólo pueden deducir un 15 por ciento del total de sus ingresos, poniendo los donativos, las aportaciones y los gastos médicos, funerarios e intereses hipotecarios en una misma bolsa.

¿Cuál es la consecuencia de esta propuesta? Inhibir a las personas físicas a continuar donando para que miles de asociaciones civiles puedan seguir trabajando a favor de las poblaciones más vulnerables de este País.

Como activista y fundadora de una asociación civil lo digo con toda transparencia: no hay nada más importante para las ONG que los donativos, tanto de personas físicas como de personas morales, pues es lo que nos permite estar a flote, contratar a nuestro personal, pagar nóminas, llevar nuestra labor a los espacios más olvidados, más oscuros; esos espacios que desde hace años han sido abandonados por autoridades de distintos niveles de gobierno.

Señor Presidente, con el respeto que usted merece, es momento de decirle: ¡pongamos todas las cartas sobre la mesa!, la reforma en cuestión va en contra de un principio de su gobierno “prohibido prohibir”. Esta reforma prohíbe de una forma sutil el apoyo a la labor de las asociaciones civiles.

Seamos claros, el gobierno nunca ha podido, no puede y no podrá atender a toda la población mexicana, aunque logre récords históricos en su recaudación. Y eso sucede en nuestro País y en cualquier otro del mundo. Sociedad y gobierno se necesitan. Nos necesitamos. La cuarta transformación se propone construir un país más incluyente, un México más justo y horizontal, uno en el que nadie se quede atrás. Esa intención la aplaudimos. Si la cuarta transformación sigue significando esto, entonces necesita de la labor de las asociaciones civiles para crear estas condiciones. Somos aliados, no adversarios.

Señor Presidente, ¡sí con la Sociedad Civil!

@saskianino

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