Una telenovela más del Piraña Club

Opinión
/ 8 agosto 2022

Lo que vimos esta semana en la F1 ha sido digno de una serie de intriga política, tipo “The House of Cards”. Antes hay que mencionar que generalmente es precisamente en verano que el mercado de pilotos se mueve con intensidad, pues a estas alturas de la temporada ya se sabe qué asientos están ocupados, cuáles disponibles y sobre todo, cuáles comienzan a ponerse calientes.

El español Fernando Alonso, del que mucho se rumoraba estaba en negociaciones para renovar su contrato con el equipo francés Alpine, anunció su llegada a otra escudería. El bicampeón del mundo venía firmando una temporada espectacular, desarrollando el A522 y empujando a la escudería gala al cuarto puesto del campeonato, por encima de McLaren.

Alonso quería un contrato multianual, cosa que Alpine estaba dispuesto a hacer, pero año por año. Aquí aparece la figura del piloto australiano Oscar Piastri, quien desde hace por lo menos tres años viene desarrollándose como piloto reserva del equipo, siendo campeón de Fórmula Renault Eurocop y F3 en 2019, así como de F2 en 2021. Este triplete de títulos lo ha posicionado, para muchos analistas, como el próximo Max Verstappen, y con Ocon renovado desde el año pasado hasta 2024, el de Oviedo era el asiento a desocupar.

Pero Alonso, como comenté, se ha echado al equipo a los hombros. La renovación parecía trámite, pero apenas el martes 2 de agosto Fernando anunció su firma con Aston Martin en un contrato multianual, que era lo que buscaba.

Es entonces cuando la ruleta de casualidades le dio una bofetada a Alpine. Se sabe que Piastri tenía contrato vigente con Alpine hasta el último minuto del 31 de julio, y si no sabía nada de un ascenso en el equipo, él estaba libre de negociar con otra escudería. Pero el 3 de agosto, Alpine salió a anunciar la incorporación del australiano como su piloto titular para 2023, cosa que el piloto negó minutos después.

¿Qué pasó? Sí, Piastri tenía contrato para 2023 con Alpine, pero no hizo válida la cláusula para hacerlo antes del 31 de julio.

¿Alguien en Alpine no tenía presente las fechas y Alonso activó a Max Webber (manager de Piastri) para firmar con McLaren? Es muy probable. ¿Un favor de Alonso a Zak Brown (CEO de McLaren) para mantener abierta la puerta del equipo en Indy y seguir intentando las 500 millas de Indianápolis? Es aún más probable. ¿Alguien le hizo algo más que no renovarle el contrato en Alpine y Alonso se vengó? No lo creo, creo que en todo caso fue la frialdad de los negocios.

Alpine dice que su contrato con Piastri es válido, pero seguramente perderá en tribunales. ¿Le pone esto presión extra al joven piloto australiano para demostrar su verdadero valor en F1? Indudablemente. Una historia más del Piraña Club.

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