Unión de voluntades por una causa común: el espíritu que alimenta la Navidad
Esta época nos brinda la posibilidad de reflexionar en momentos claves en que la humanidad se hermana, justamente por la proximidad de las fechas navideñas, cuyo centro es el nacimiento de un ser humano que vino a ofrecer mensajes de paz, unión, solidaridad, amor.
Me detuve a pensar en aquella organización de “Viva la gente”, de éxito internacional que nació con el objetivo de hacer conciencia sobre la situación del mundo: cómo crear un mejor sitio de vida para todos.
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En la infancia y primera juventud me impactó el canto de aquellos que recorrían las naciones enarbolando ese mensaje, llegando a tocar el sentimiento de millones de personas en decenas de países.
Jóvenes que, a la par que van ofreciendo sus presentaciones, colaboran con las entidades locales y agradecen con trabajo comunitario el alojamiento que reciben.
Un mensaje internacional de paz y de unión como lo fue también el que dirigieron al mundo músicos famosos con la canción We are the world (Somos el mundo). Una pieza musical escrita por Michael Jackson y Lionel Richie en marzo de 1985 y que tenía como propósito, en esa conjunción de esfuerzos, formar parte de una campaña humanitaria en beneficio de Etiopía, asolada por la hambruna.
En México, como respuesta hispana a esta canción, en abril de 1985 salió a la luz la grabación de la canción “Cantaré, Cantarás”, compuesta por Albert Hammond y Juan Carlos Calderón. La letra es de Anahí van Zandweghe. En diciembre de 1986, cantantes también famosos unieron sus voces para grabar el disco Eterna Navidad, compuesto por villancicos tradicionales, con el nombre de “La Hermandad”, que en 1987 agregaría más artistas del país para componer la pieza musical “Esta Navidad”.
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En 2017, con el terremoto en la Ciudad de México, los topos, emblemáticos rescatistas nacidos en el sismo de 1985, en la misma capital de la república, instituyeron un mensaje, en este caso de silencio, para apuntalar el momento en que se debía guardar silencio. Esto, con el fin de evitar cualesquier sonidos que compitieran con los de posibles personas atrapadas en los escombros.
Recuerdo a un rescatista del terremoto de 2017 rememorar emocionado cómo todos se cuadraban ante los puños en silencio y gracias a ello haber podido auxiliar a una niña atrapada.
Otro momento mágico y enternecedor, realmente emotivo, es el que unió a los españoles durante la cuarentena debido a la propagación del COVID-19. Y me refiero al hábito de aplaudir, a las 8:00 de la noche en punto, al personal médico que trabajaba horas extras para combatir el virus. Calificada como una “institución nocturna”, esta manera de agradecer unió voluntades a una causa en común. En ella se inscribieron las piezas musicales, procedentes de la misma época, “Volveremos a Encontrarnos” y “Resistiré”.
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Ambas, en el tono mismo de sacar fuerzas, de agradecer, de que un día todo volvería a ser como antes y entonces, entonces a estar juntos de nuevo.
Ese es el espíritu que alimenta esta época. De la convivencia en unidad, fraternidad, respeto y afecto. Recordando lo esencial de la temporada y lo que la hace nacer.
Desde la organización y canción “Viva la gente”, interpretada de país en país; pasando por las piezas musicales que hicieron época, de profundos mensajes; hasta la solidaridad en momentos de dolor y de angustia.
Que el inicio de esta temporada mantenga presente esta filosofía de humanidad de creer en sí misma, en lo mejor de sí misma.