‘Ustedes me ven muy linda y todo, pero he tenido unos gustos refeos’. Ciertamente yo soy perfecta y mi único error ha sido creer en alguien

Opinión
/ 1 diciembre 2024

Curioso hábito tenemos, ¿no? Ése de despreciar a una persona a quien en algún momento amamos y que hizo algo que no pudimos aceptar. Entendible que en ese momento rompamos la relación, pero ¿por qué la necesidad de anunciar al mundo entero (con indirectas a veces muy directas) que, puesto que esa persona hizo algo que me ofendió, es una persona horrible? Alguien que nos parecía agradable, guapo, amoroso, trabajador, y todos los dones agregados, ahora declaramos que es un adefesio que no vale la pena como persona. Y sí, acabo de recordar la serie de Paquita, la del barrio. Sí la vi. Es interesante. ¿Será que la vergüenza nos provoca la necesidad de salvarnos, de defendernos?

El hecho es que nos enamoramos y ponemos todas nuestras esperanzas y expectativas en que la persona en cuestión va a ser la indicada, la persona con quien nos quedaremos a vivir felices para siempre. Ojalá que fuera tan fácil. Pero la verdad es que el príncipe azul y la princesa de ensueño te decepcionarán de alguna manera. No es porque sea mala persona, es una persona normal, es porque sembramos características de perfección en él o ella. Proyectamos nuestros deseos en esa persona. Idealizamos. La ponemos en un pedestal. Y las probabilidades de que un ser humano caiga del pedestal son de cien por ciento.

Después de la caida nos ocupamos de que el mundo sepa que nosotros hicimos todo bien y que esa persona tiene todas las fallas más horribles y que estar en esa relación fue un error espantoso. También podría ser que nosotros mismos necesitemos unas cuantas sesiones de terapia para ver qué es lo que pusimos de nuestra parte para que la relación saliera así. No estoy hablando de relaciones abusivas, sino de relaciones “normales” que resultan en desilusiones. He escuchado las declaraciones. “Todos los otros son...” Infieles, vividores, dependientes, abusivos, insinceros. ¿Y yo? ¿Soy perfecta y mi único error fue “creer”? Es verdad que la persona no fue quien esperábamos, pero, ¿yo he sido la persona que otros han esperado? Seguramente no.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM