Winona Ryder, Wolf Ruvinskis y ‘Macario’

El pasado viernes quien estuvo de manteles largos al festejar su cumpleaños número 50 fue la actriz norteamericana Winona Ryder, nacida como Winona Laura Horowitz el 29 de octubre de 1971 en Winona, Minnesota.

Winona debuta en el cine a los 15 años de edad en el clásico juvenil “Lucas: La inocencia del primer amor” (David Seltzer, 1986), al lado de Corey Haim y Charlie Sheen, y aunque la protagonista femenina de aquel filme fue la hoy prácticamente olvidada Kerri Green, en aquel entonces recién desempacada de “Los Goonies” (Richard Donner, 1985) para fines de aquella misma década Winona ya era actriz fetiche del genio de lo gótico Tim Burton (en “Beetlejuice” y “El Joven Manos de Tijera”) o protagonista de éxitos juveniles como “Heathers” (Michael Lehmann, 1989), al lado de Christian Slater.

Los años 90 fueron la consolidación de Winona como actriz ya que luego de protagonizar bajo las órdenes de Francis Ford Coppola en “Drácula, de Bram Stroker” (1992), compartiendo créditos con Gary Oldman y Keanu Reeves, obtuvo sus primeras nominaciones al Oscar como Mejor Actriz de Reparto de 1993 por “La edad de la inocencia”, de Martin Scorsese, y como Mejor Actriz por “Mujercitas” (Gillian Armstrong, 1994), para terminar la década protagonizando al lado de Angelina Jolie y la desaparecida Brittany Murphy en “Inocencia interrumpida” (James Mangold, 1999), para más recientemente tener un “segundo aire” artístico dentro de la modalidad de las series como protagonista de la no menos exitosa “Stranger Things”, de Netflix.

El sábado se dio en su caso relacionado a la cinematografía nacional el que hubiera sido el centenario del natalicio del actor, luchador profesional, mago y empresario de origen letón Wolf Ruvinskis, nacido el 30 de octubre de 1921 en Riga, Letonia, y quien luego de emigrar con su familia a Argentina por ser de origen judío e iniciarse la persecución en Europa por parte de los nazis en los albores de la Segunda Guerra Mundial, al iniciarse como luchador a los 19 años de edad y embarcarse en giras a lo largo de América Latina, no fue gratuito que a su llegada a México el hacer el papel de “El Campeón Asesino” en el clásico “La oveja negra” (Ismael Rodríguez, 1949), al lado de Pedro Infante y los saltillenses Fernando y Andrés Soler, el cine le abrió las puertas.

Más aún, ya siendo luchador, es vital su participación en la película que inaugura de manera oficial el género de luchadores que es “La bestia magnífica” (Chano Urueta, 1952), al lado de Crox Alvarado, Miroslava y José Elías Moreno, donde no le faltará trabajo pero gracias a su versatilidad lo mismo participó en memorables comedias al lado de Mario Moreno “Cantinflas” (“El señor fotógrafo”; “El Patrullero 777”) ; Germán Valdés “Tin Tán” (“El revoltoso”; “El bello durmiente” o Adalberto Martínez “Resortes” (“El luchador fenómeno”) así como la que le dio su única nominación al Ariel al Mejor Actor de Cuadro de 1995 por “Juego limpio”, de Marco Julio Linares, lo mismo que en el cine negro (“La noche avanza”) o el thriller (“El hombre sin rostro”).

Ruvinskis también filmó “La estrella vacía” (Emilio Gómez Muriel, 1960), con María Félix e Ignacio López Tarso, del mismo año que este último estrenó su clásico de Día de Muertos “Macario”.

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